El personal del emblemático Teatro Solís de Montevideo contará con un uniforme especial que, alineado con la Agenda 2030 de Naciones Unidas, le apuesta al suprarreciclaje mediante la «remanufactura» de 94 prendas usadas.
Se trata de los «multiformes», unos uniformes diseñados por el emprendimiento Casa Urbana tras un llamado del histórico recinto teatral emplazado en el casco histórico de la capital uruguaya que, como resaltó durante la presentación de las prendas su directora, Malena Muyala, apuesta a una logística «sustentable» e «inclusiva».
«Ver una prenda que me imagino que por ahí se iba a un contenedor y estaba en la basura transformada en esta maravilla (…) es realmente la concreción de algo muy valioso que nos enorgullece», resaltó la responsable del Teatro Solís.
En la misma línea se expresó la referente del Ecoequipo del teatro, Laura Masdeu, quien remarcó la importancia de incorporar una «mirada sustentable» en todos los procesos y expresó un deseo de que la iniciativa se replique en otros centros.
Por su parte, la diseñadora y docente Lucía López, que integró el grupo de 15 personas conformado para la reutilización de los uniformes en desuso que, ya transformados, vestirán tanto a los encargados de la atención al público como al personal técnico, destacó que concretarlo no fue fácil.
Explicó que la técnica elegida fue el ‘upcycling’ (suprarreciclaje), que consiste en «transformar productos de descarte en nuevos materiales agregando valor», López dijo que el proceso es más trabajoso que el de confeccionar una prenda nueva, pues hay «limitaciones del material en cantidad, calidad y heterogeneidad».
«Requiere la clasificación y el acondicionamiento del material, desarmado y descosido, no como el método tradicional de molde y corte, lo que dificulta el proceso», acotó, a lo que su colega Renata Casanova detalló que otro desafío para los multiformes fue el pedido de que fueran sin género y «multitalle» o adaptables a cualquier figura.
De acuerdo con las diseñadoras, sin embargo, culminado el proceso se logró reutilizar un total de 54 chaquetas y 40 pantalones de diferentes épocas, lo que supone el 66 % del material con que contaba el teatro.
Si bien, según detallaron, muchas prendas fueron descartadas porque, a diferencia de en las utilizadas, allí el daño o el desgaste era irreparable, también un porcentaje del material fue donado a otro emprendimiento local que elabora mantas traperas.
Por otro lado, las creadoras enfatizaron que las chaquetas logradas, que mantienen el tradicional color granate de los históricos uniformes del teatro, no solo van acompañadas de un práctico morral que se pueden usar de diferentes maneras, sino que también tienen un estampado que da a cada pieza un toque singular. (EFE)
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