Esta mañana Carlos Ponce llegó como siempre a darle cuerda al reloj de la rambla y se encuentra con parte del vidrio roto.
«Alguien le rompió el vidrio, llegué sobre las 8:50 a darle cuerda y me encontré con este triste panorama. Tanto cuidarlo, la verdad que me dan ganas de dejar todo, sin palabras», nos comentó Ponce.