Dos puntos a considerar. En primer lugar, las lluvias de verano son irregulares y están mal distribuidas porque en su mayoría están aisladas. Como resultado, no llueve en todas las localidades y los volúmenes varían mucho dentro de un mismo municipio. En segundo lugar, los modelos tienen dificultad para proyectar volúmenes muy altos o extremos muy aislados, a escala de vecindarios, que ocurren en las tormentas. Así, en algunos puntos puede llover mucho más de lo que indica el modelo.
EL MECANISMO QUE FORMA LAS TORMENTAS
La combinación de mayor humedad y alta temperatura brinda condiciones propicias para la ocurrencia de tormentas aisladas de lluvias torrenciales con altos volúmenes en un intervalo corto, viento fuerte y granizo en esta época del año.
Estas tormentas ocurren principalmente desde la tarde hasta la noche, cuando se forman nubes de gran desarrollo vertical por el calentamiento diurno que genera movimientos convectivos (aire ascendente) en la atmósfera.
La convección forma nubes Torre Cumulus (TCu) y Cumulonimbus (Cb) que provocan tormentas eléctricas localizadas y, a menudo, muy aisladas. A nivel local, algunas de estas tormentas pueden ser de fuertes a severas incluso con riesgo de daños. Cuanto más cálida es la atmósfera y menor la presión atmosférica, mayor es el potencial para la formación de nubes muy cargadas y mayor la probabilidad de tormentas eléctricas localizadas más severas. El aire cálido y la humedad son los combustibles para el clima severo, y es más probable que haya tormentas eléctricas en los días más calurosos si la atmósfera no está demasiado seca.
Vía MetSul