Por Elio García |
Los últimos años nos vienen señalando, tormenta tras tormenta, la fragilidad que ha tomado uno de los paseos más emblemáticos de los carmelitanos: la Playa Seré.
A la pérdida de arena, la erosión de la faja costera, las sucesivas sudestadas están transformando ese lugar en un espacio cada vez más deteriorado.
Daba pena caminar en la costa este fin de semana, avanzando entre los camalotes y diversos desperdicios que se perciben a simple vista, producto de la mano del hombre y no tanto de los efectos climáticos (bolsas plásticas, envases de todo tipo y un amplio etcétera).
Las autoridades vienen interviniendo en el lugar, intentando sostener el tránsito de los caminos costeros.
¿No será tiempo de estudiar más a fondo y técnicamente qué esta sucediendo en ese lugar?
No podemos acostumbrarnos a pasearnos en un lugar que va perdiendo su personalidad. Que ya no tiene arena en algunos sitios. Hoy parecía algo natural ver a grupos de vecinos mateando entre todos esos camalotes que viene dejando desde hace días el temporal.
Debemos recuperar el encanto de la Seré.
Por Elio García |
Los últimos años nos vienen señalando, tormenta tras tormenta, la fragilidad que ha tomado uno de los paseos más emblemáticos de los carmelitanos: la Playa Seré.
A la pérdida de arena, la erosión de la faja costera, las sucesivas sudestadas están transformando ese lugar en un espacio cada vez más deteriorado.
Daba pena caminar en la costa este fin de semana, avanzando entre los camalotes y diversos desperdicios que se perciben a simple vista, producto de la mano del hombre y no tanto de los efectos climáticos (bolsas plásticas, envases de todo tipo y un amplio etcétera).
Las autoridades vienen interviniendo en el lugar, intentando sostener el tránsito de los caminos costeros.
¿No será tiempo de estudiar más a fondo y técnicamente qué esta sucediendo en ese lugar?
No podemos acostumbrarnos a pasearnos en un lugar que va perdiendo su personalidad. Que ya no tiene arena en algunos sitios. Hoy parecía algo natural ver a grupos de vecinos mateando entre todos esos camalotes que viene dejando desde hace días el temporal.
Debemos recuperar el encanto de la Seré.