Chajá: El postre uruguayo que «vuela» entre los mejores del mundo

Fotografía de muestras del postre chajá en una versión elaborada con dulce de tomate para una degustación en el marco de la Tercera Cata Nacional de Tomates de Uruguay, el 3 de febrero de 2023 en la confitería Las Familias en la ciudad de Paysandú (Uruguay). EFE/Alejandro Prieto

Por Àlex Gutiérrez Páez

A mediados de los años veinte, el uruguayo Orlando Castellano se apañaba como podía para sacar adelante a su familia con los trabajos esporádicos que llevaba a cabo en la ciudad de Paysandú, hasta que descubrió su pasión por la repostería, esa que lo empujó a crear el Chajá.

Tres simples ingredientes -bizcochuelo, merengue y su crema secreta- fueron los que juntó el 27 de abril de 1927 para dar forma a un postre que, 95 años después, se encuentra entre las 30 mejores tortas del mundo, según el sitio especializado que elabora ránkings culinarios Taste Atlas.

UN POSTRE LLENO DE PLUMAS

Pese a que en sus orígenes y por un largo tiempo este clásico de la gastronomía uruguaya no tuvo nombre, eso cambió el día que un amigo de la familia le pidió a Don Orlando ese postre «lleno de plumas y de cuerpo liviano» -en referencia al merengue y a la mezcla de bizcochuelo y crema-, que le hacía recordar a un pájaro Chajá.

Desde ese momento, esta creación adoptó el nombre de esa ave suramericana y el boca a boca lo consagró como una de las mejores tortas a nivel mundial, compitiendo con otros monstruos de la repostería como la Chocotorta argentina, el Pavé brasileño o la Tarta de Santiago española.

«Es un orgullo que elijan este postre y a la familia nos deja muy contentos, porque nos da la pauta de que seguimos haciendo las cosas bien, que la gente nos elige por ese hecho y que el sabor sigue siendo el mismo», cuenta en una charla con EFE el bisnieto de Don Orlando y actual propietario de Confitería Las Familias, Alfonso Nardini.

Representando a la cuarta generación al mando de esta empresa familiar, Nardini tuvo que asumir el negocio en 2001 con tan solo 21 años, por la muerte prematura de su padre y en un momento en el que el país atravesaba una crisis económica que lo arrastró a reinventar el negocio para sobrevivir y posicionarse entre los mejores.

«Seguimos con el desafío de tratar de seguir con una receta que se mantiene desde el día uno», insiste el bisnieto del creador del Chajá, aunque apunta que ahora también le añaden a la receta original la fruta ácida -como la clásica, que es el durazno-, la frutilla y algún producto nuevo como los frutos del bosque».

TURISTA QUE VIENE, CHAJÁ QUE SE VA

Recientemente, con motivo de la tercera ‘Cata Nacional de Tomates’ que tuvo lugar en Paysandú entre los días 3 y 4 de febrero, con una apuesta gastronómica variada pero con el elemento común del tomate, el equipo de Nardini contribuyó desarrollando una mezcla de Chajá y pulpa de tomate.

«Quedó muy buena y dejó a la gente muy contenta, que es lo importante», destaca el heredero del Chajá, contento de juntar profesión, tradición y turismo en un solo postre y en Paysandú, un lugar con poco más de 100.000 habitantes que es reconocido por su histórica creación.

Bajo su lema, ‘Un turista que viene, un Chajá que se va’, el éxito de esta familia de reposteros los llevó a comercializar su famoso postre en todas las cadenas de supermercado de Uruguay, en sus casas franquicia en Montevideo y en el departamento (provincia) de San José (suroeste).

«Nuestra intención es abrir próximamente más casas franquicia a lo largo del país, aunque aún seguimos en proceso de negociación», confiesa Nardini, que busca ampliar los puntos de compra de su codiciado Chajá para que su «postre lleno de plumas» siga volando nacional e internacionalmente.

EFE

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