El Instituto Tecnológico Regional (ITR) Suroeste ofrece 12 carreras, posgrados y maestrías a unos 2.500 estudiantes de todo el país, con el objetivo de contribuir al desarrollo tecnológico y la formación de recursos humanos en áreas estratégicas, como alimentos, industria, logística, salud y cultura. Entre 2015 y 2022, la matrícula creció, de 36 alumnos a 2.500, destacó el director del centro, Andrés Möller.
En el marco de una recorrida por las nuevas instalaciones de la Escuela Nacional de Lechería, en Nueva Helvecia, Möller explicó al portal de Presidencia que allí se dicta, de forma conjunta con la Universidad del Trabajo del Uruguay (UTU), la carrera de Tecnólogo en Manejo de Sistemas de Producción Lechera.
El jerarca sostuvo que esa es la primera formación con una modalidad educativa dual, en la que el estudiante incorpora horas de aprendizaje tanto en dicha institución como en alguna empresa del rubro. Con esto se contribuye a disminuir la brecha entre el mundo de la educación y el del trabajo, puntualizó.
Asimismo, indicó que el edificio, inaugurado en 2021, incluye aulas y oficinas distribuidas en 350 metros cuadrados, además de espacios exteriores de esparcimiento y un tambo de última generación, en el que se invirtieron 400.000 dólares.
Möller señaló que las 12 carreras que se dictan en el ITR Suroeste abarcan a la mitad de los estudiantes y docentes de la UTEC, unos 2.500 alumnos, frente a los 36 que eran en 2015. Esto implica un desafío que la universidad asumió y que se refleja en los números, remarcó.
La oferta de la regional complementa la de la educación terciaria de Uruguay, con formación continua para estudiantes de los 19 departamentos, y, a partir de 2023, un posgrado en lácteos, aseveró el director. Agregó que, en estos últimos años, la matrícula de estudiantes provenientes de Montevideo aumentó de forma significativa.
También resaltó que el 84% de los alumnos son la primera generación de universitarios en sus familias, lo que representa un gran impacto en la sociedad, porque aumenta la cantidad de personas que acceden a la educación terciaria.
En cuanto a los docentes, mencionó que dos tercios están radicados en las zonas de influencia de las sedes y uno de cada cuatro es extranjero, debido a que no hay aún egresados, por las características de las carreras que se imparte. subrayó que esto promueve una multiculturalidad que enriquece la convivencia y la formación de los estudiantes.
En otro orden, se refirió a los laboratorios del ITR, que son de última generación, para brindar la mejor experiencia estudiantil y ofrecer servicios y soporte a los sectores productivos y a la sociedad en su conjunto. En ese sentido, indicó que en 2023 quedará inaugurado el laboratorio de biomédica, que permitirá trabajar en la calibración de equipamiento médico y su recertificación para extender la vida útil de este, lo que redundará en una mayor disponibilidad en los centros hospitalarios.
Asimismo, destacó una de las iniciativas que surgió en el marco de la Licenciatura en Análisis Alimentario, denominada Cocina Comunitaria, que responde al objetivo de abrir la universidad a las distintas comunidades. Esta infraestructura moderna, instalada en la sede de Paysandú, brinda oportunidades a los emprendedores locales para que elaboren sus productos allí, de forma segura y controlada.