Por Ana Paula Demaría
Convertir el vidrio de botellas y frascos en arena para la construcción es el objetivo de «Arenas de Vidrio», una pionera iniciativa de reciclaje surgida en Uruguay que sueña con llegar lejos.
En un contexto global donde la acumulación de residuos no parece tener freno, pues según la Organización de las Naciones Unidas cada año se recolectan aproximadamente 11.200 millones de toneladas de residuos sólidos, toda iniciativa de reciclaje marca una diferencia.
ARENAS DE VIDRIO
Es con esta idea en mente que en 2018 la emprendedora Ana Paula Demaría comenzó a investigar sobre residuos y a darle forma a un proyecto que, como expresa en una entrevista con EFE, se basó en encontrar una solución para los diversos recipientes de vidrio que son desechados día a día.
«La idea del proyecto fue empezar a buscar alternativas a nivel local que no fueran la reutilización de esa materia prima para fabricar de nuevo vidrio, porque no tenemos las capacidades en el país (para ello)», explica la fundadora y actual directora de Arenas de Vidrio.
A lo que, según la emprendedora, Uruguay, que no cuenta con industria vidriera propia, importa todo el vidrio que se consume a nivel local, hasta ahora el material descartado terminaba enterrado en un vertedero o quedaba suelto en el medioambiente, incluso en los cursos de agua.
Demaría, quien si bien es psicóloga trabajaba en un servicio de cobranzas con varias empresas productoras de bebidas, decidió, al ver disminuidos sus ingresos, comenzar una campaña de recolección de vidrios en las playas uruguayas que dio origen a su emprendimiento.
Dice que en un primer momento el proyecto se enfocó en hacer a partir del vidrio una mezcla con cemento para construir baldosas. Sin embargo, la arena resultante del proceso también puede utilizarse para asfaltar calles o incorporarse como sustituto de la arena natural en filtros de agua.
UN NUEVO ALIADO
En 2022, a raíz de una visita a la planta procesadora de Arenas de Vidrio -ubicada en Montevideo-, el gobierno local del departamento de Florida se interesó por la iniciativa y firmó un acuerdo para reciclar vidrio en sus localidades.
Un mes después de esta alianza con la Intendencia de Florida, el trabajo no cesa en la planta procesadora de Demaría, que ya recibe entre 600 y 700 kilos de vidrio en envases y devuelve la misma cantidad de peso en arena para construir.
«Hoy en día estamos usando la arena para bloques y baldosas, que serán utilizados para el nuevo refugio de animales que estamos construyendo», apunta a EFE el director general de Salud y Gestión Ambiental de Florida, Germán Lapasta.
Según Lapasta, al momento se han distribuido contenedores para la recolección de esos envases en 15 puntos estratégicos de la ciudad de Florida, de poco más de 33.000 habitantes, y el objetivo es llegar a todos los barrios de la localidad.
La recolección, explica, se hace una vez por semana y los envases deben estar limpios y secos para su recolección.
«Estamos contentos con el uso que le estamos dando y los vecinos se han prendido de muy buena forma a la iniciativa», remarca, y puntualiza que si los vecinos no cuentan con un punto verde cerca de dónde viven pueden solicitar uno nuevo a la Intendencia.
PLANES A FUTURO
En 2022, Arenas de Vidrio logró recolectar un total de alrededor de 20 toneladas de vidrio para transformar en una arena que destaca por ser «más gruesa» y de secado «más rápido» que la arena tradicional, ambición que sigue latente en los planes a futuro de la iniciativa.
Aunque la intención del proyecto es expandirse a otras localidades del país, la logística es «el gran obstáculo».
Hoy la meta central, según Demaría, es tener una nueva planta procesadora en el norte del país para poder acortar las distancias de traslado, ya que las botellas recolectadas en Florida deben viajar 107 kilómetros en camiones hasta Montevideo para ser procesadas.
«Por ahora (las de sumar puntos de recolección) son iniciativas bastante aisladas. La intendencia de Florida es la primera que empieza a ponerle el ojo a la gestión del vidrio, pero la realidad es que el vidrio en todos los departamentos va a parar a la tierra», dice Demaría.
Por otro lado, Lapasta sostiene que, además del vidrio, en Florida se recolectan botellas para reciclar aceite y se descartan separadamente residuos orgánicos como los del té y el café; proyectos en curso a los que se busca sumar nuevas iniciativas.
«Estamos viendo cómo impulsar el reciclaje de los residuos orgánicos y estamos evaluando diferentes alternativas: una es construir una recompostera, otra es darle un recipiente a los vecinos y hacer una recolección diferenciada», redondea.
EFE
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