El carnaval se muestra por 19 de abril y avanza hacia el norte de la ciudad. Los vecinos ya se habían acercado en la tarde guardando espacio con sus reposeras. El pueblo vive su fiesta, los diversos grupos que desfilan van dejando todo en cada mirada, en cada paso, en cada golpe.
El carnaval carmelitano no se apaga, renace a cada instante, la gente permanece como espectador, algunos aplauden y todos sonrien.
Carmelo es una fiesta.