El empresario correntino Juan Carlos Romero, que en la última década pasó de ser un operador de servicios provinciales a convertirse en uno de los principales actores del autotransporte de pasajeros a nivel nacional en la Argentina con ERSA, sería el comprador del Grupo Plaza, destaca hoy el portal argentino LaPolíticaOnline.
El cambio de manos del grupo Plaza estaría cerrado en un 95% y solo restarían pulir algunos aspectos técnicos y comerciales de la operación.
El monto en juego en la transferencia se mantiene, por ahora, bajo un estricto secreto, pero de acuerdo a las estimaciones que se barajan en el sector estaría por encima de los 400 millones de pesos argentinos junto con la absorción de una millonaria deuda con proveedores y bancos que arrastra el grupo Plaza.
La concreción de la venta implicaría prácticamente el retiro de los Cirigliano del negocio del transporte de pasajeros, donde tuvieron un rol central y relevante durante la mayor parte de la gestión kirchnerista.
La decisión de la familia Cirigliano de desprenderse de Plaza se habría acelerado tras el fallo del Tribunal Oral Federal 2 que condenó a Claudio Cirigliano a la pena de 9 años de prisión por el delito de “estrago culposo agravado y coautor de defraudación a la administración pública” por su responsabilidad en la tragedia de Once que dejó 52 muertos y 789 heridos.
Bajo el paraguas del grupo Plaza, los Cirigliano controlan 10 líneas urbanas y suburbanas de colectivos, cuyos ingresos principales son los subsidios que paga el Estado y representan casi el 60 del costo real de cada boleto. Las líneas que opera en la región metropolitana son las siguientes: 36, 61, 62, 104, 114, 129, 133, 140, 141 y 143.
En larga distancia son dueños de las compañías El Rápido, Mercobus, Plus Ultra y Dumas CAT y de las empresas de viajes y turismo Up Grade y Pasajes Express.
En total, Plaza cuenta con una flota de 1.700 vehículos y casi 5.000 empleados.
También controla las líneas ejecutivas e interurbanos de Red Coach y Travelynk en el estado de Florida. Y en Perú, están asociados con la empresa municipal de Madrid en el manejo del corredor Transvial Lima.
El Grupo ERSA dueño de Cacciola
Por su parte, el grupo comprador ERSA pisa fuerte en el interior y en Paraguay donde opera los servicios urbanos en las ciudades de Córdoba, Corrientes, Resistencia, Santiago del Estero, Santa Fe, Paraná y el Gran Asunción.
En tanto, en la Capital Federal y el Conurbano tiene el manejo directo de la línea 19 que une Plaza Once con Carapachay y comparte la operación de otras 9 líneas (9, 25, 84, 271, 299, 373, 384, 505 y 570) asociada con los grupos DOTA y Nuevos Rumbos.
En el sector de larga distancia opera las marcas ERSA y Expreso Singer con servicios que comunican Buenos y Córdoba con las provincias de Corrientes y Misiones.
ERSA también controla la transportadora fluvial Cacciola que une Tigre con Carmelo , Avis Rentar (dedicada al alquiler de autos) y Tarjebus, empresa que explota el sistema de tarjetas recargables en Corrientes, Resistencia y Paraná.
Además, el grupo nacido en Corrientes en la década del 60 expandió sus negocios a otros dos sectores vinculados con el transporte. Por un lado, cuenta con la firma TECSA que se dedica al traslado de cargas en la región del Litoral. Y por otro lado, incursionó en el negocio de la recolección de basura con LUSA (Logística Urbana SA), la compañía que presta ese servicio en las ciudades de Córdoba y Corrientes.
El grupo que conduce Juan Carlos Romero posee una flota de casi 1.200 colectivos, de los cuales alrededor de 1.000 están afectados a los servicios locales que brinda en el interior del país.
Hasta el mes pasado, ERSA venía cobrando el equivalente a unos 1.100 millones de pesos argentinos anuales de subsidios por las líneas urbanas del interior.
Pero a partir de esta semana, esa suma se incrementó a casi 1.600 millones de pesos argentinos por año por el aumento de los subsidios a las líneas provinciales y municipales que dispuso el gobierno macrista.
A ese ingreso proveniente de las arcas estatales, se le agregarían las compensaciones económicas correspondientes a las líneas de Plaza, una vez que se termine de cerrar el traspaso definitivo. Por esta vía, ERSA estaría embolsando otros 6.000 millones de pesos argentinos por año en concepto de subsidios.
vía: La Política Online