Arqueólogos uruguayos denunciaron la «vulneración» del patrimonio de los pueblos originarios , que datan de unos 5.000 años, en los que, hasta el momento, se ha podido constatar un desenterramiento de restos humanos y dos «cerritos de indios» derrumbados a la mitad.
Así lo indicaron a EFE Noelia Bortolotto y Andrés Gascue, arqueólogos e investigadores de la Universidad de la República, quienes destacaron que estas acciones se dieron tras obras de canalización de un arroyo desarrolladas «sin supervisión arqueológica» en el departamento de Rocha.
Los «cerritos de indios» son elevaciones de tierra construidas por los pueblos originarios en zonas de bañados y humedales, fechados entre 5.000 años y el siglo XVII.
A simple vista estas formaciones parecen pequeñas colinas, aunque funcionaban como tumbas, para señalar caminos, la agricultura y como lugares de vivienda.
Además de Rocha, estas construcciones también se han registrado en Treinta y Tres, Cerro Largo y Tacuarembó.
En ese sentido, Gascue expresó que al llegar al lugar ya se habían excavado 7,8 kilómetros del canal por lo que decidieron informar de la situación a las autoridades además de ofrecer recomendaciones para la preservación de los cerritos que también han sido aprovechados en la actualidad por los pobladores locales para poner casas, corrales y huertas.
Asimismo, en el sitio de los cerritos destruidos, Gascue y Bortolotto hallaron restos humanos de hace 2.300 años atrás -unos de los más antiguos hallados en cerritos uruguayos-, algo que ambos lamentan «la impunidad con la que se violentó la tumba de una persona».
“Pensar que este hallazgo lo hicimos después de encontrarnos con un lugar sagrado partido a la mitad, y que se hizo en la corriente de un canal, juntando de a poco los huesos, es bastante chocante», relató Bortolotto.
Luego de constatar el hecho y desarrollar un peritaje, los arqueólogos presentaron dos denuncias: una en 2021, ante la Comisión de Patrimonio de la Nación, y, al no recibir respuesta, otra en 2022, ante el Ministerio de Ambiente, que tampoco fue contestada.
El este uruguayo, donde se concentran la mayor parte de los cerritos, también está ocupado en gran parte por la producción arrocera del país.
«Hay más de 17.000 km lineales de canales en la zona este, que coinciden con las áreas en las que están los cerritos de indios. Muchos de estos canales han afectado severamente (a los cerritos): es observable incluso a nivel de la foto satelital”, explicó Gascue.
Con las denuncias, los arqueólogos buscan evidenciar el “ataque constante” que sufre el patrimonio de los pueblos originarios en el país suramericano y reclamar que «alguien tome responsabilidad» por los sucesos.
Además, plantean que los cerritos, al ser parches de tierra creados por el hombre, se transforman en “pequeños ecosistemas” en sí mismos en los que crece vegetación atípica de los bañados, como ombúes u otro tipo de vegetación arbórea local.
“Buscamos apostar a su conservación como fuente de preservación de vidas pasadas y también como herramientas para poder aplicar a futuro. Son parte de nuestra memoria colectiva, de una herencia que tenemos como personas que habitamos en el territorio”, concluyó Bartolotto. EFE
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