La subida de precios al consumidor en Argentina no da respiro, ya que en marzo pasado trepó al 104,3 % interanual, 1,8 puntos porcentuales más que en febrero último, según informó este viernes el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec).
En el tercer mes del año los precios al consumidor crecieron el 7,7 % mensual acelerándose respecto de la tasa del 6,6 % de febrero último y superando las expectativas privadas del mercado (7 %) en el último relevamiento del Banco Central.
«Los procesos inflacionarios tienden a tener tendencia exponencial cuando no hay plan de estabilización», explicó este viernes el economista Diego Giacomini en su último reporte, «más aún si en el medio hay un ciclo electoral como el que se viene en Argentina», al referirse a la incertidumbre que despiertan los comicios presidenciales de octubre y antes las primarias de agosto.
El director de la consultora Economía y Ética recomendó trabajar los planes de negocio con el escenario de que la inflación «sigue controlada», pero como no descartó que empeore en el segundo semestre y especialmente en el último trimestre de 2023, aconsejó acumular stock de bienes y dólares «con anterioridad».
Los bienes tuvieron el mes pasado una variación positiva del 7,8 % en comparación con febrero, mientras que los servicios subieron un 7,4 %, unos datos que ascienden al 105,7 % y el 100,2 %, respectivamente, en la comparación interanual.
Entre las subidas registradas en marzo se destacan los rubros Educación (29,1 % mensual y 96 % anual), debido al inicio del ciclo lectivo; Prendas de vestir y calzado (9,4 % mensual y 118,8 % interanual), en coincidencia con el cambio de temporada, y Alimentos y bebidas no alcohólicas (9,3 % mensual y 106,6 % en el año), por los incrementos en carnes, productos lácteos y huevos, destacó el Indec.
«Sabemos, nos duele, nos ocupa, cómo afecta la vida cotidiana y a cada familia», reaccionó la portavoz presidencial, Gabriela Cerruti, en su cuenta de Twitter, y contó que el Gobierno de Alberto Fernández está «redoblando esfuerzos».
«El número que vemos hoy representa el peor momento del impacto de la guerra en los precios internacionales y la peor sequía de la historia en el país», argumentó Cerruti, y previó que «este fue el peor momento y que comenzó una tendencia a la baja» que espera «ver reflejada próximamente».
Los precios al consumidor habían acumulado en 2022 una subida del 94,8 %, con una notable aceleración respecto al 50,9 % verificado en 2021.
Según el Fondo Monetario Internacional (FMI), las presiones inflacionarias se mantendrán elevadas en Argentina, economía a la que el organismo ubicó en el segundo lugar regional de mayor subida de precios en el último Panorama Económico Mundial, con una inflación del 98,6 % para 2023, por detrás de Venezuela, donde proyectó 400 %.
«Esperamos que la inflación se mantenga alta y en niveles muy altos» y, por ello, «tener una política monetaria estricta, así como una política fiscal que esté en línea con lo que está en el programa respaldado por el Fondo, sería particularmente importante», dijo la subdirectora del Departamento de Investigación del FMI, Petya Koeva, esta semana en el marco de las reuniones de primavera en Washington.
Factores que destacan los expertos son la emisión monetaria para financiar el déficit fiscal, que eleva la cantidad de moneda local, en un contexto de escasez de divisas y baja demanda de pesos de la sociedad, que mantiene altas expectativas de inflación, así como la llamada inercia inflacionaria reflejada en el indicador núcleo (7,2 % mensual).
Argentina tiene una meta de déficit primario de 1,9 % a cumplir en 2023 y de reducción del financiamiento monetario que hace el Banco Central, como parte del programa pactado con el FMI, que financió deudas por 45.000 millones de dólares mediante un Acuerdo de Facilidades Extendidas.
El último pronóstico privado que recaba mensualmente el Banco Central es superior al del FMI, ya que señaló que la inflación será este año del 110 % y en 2024 del 90 %.