Lograr un mundo «más justo» y conseguir que las oportunidades lleguen a todos es una premisa para el banco BBVA, que apuesta fuertemente por la sostenibilidad.
Luchar contra el cambio climático y asegurar un crecimiento inclusivo son dos desafíos en ese sentido.
¿Están preparadas las empresas y el mundo para llevar a cabo esa transición? «Nos queda muchísimo. Yo creo que hay buenas señales», asegura a la Agencia EFE el director global de Negocio Responsable en BBVA, Antoni Ballabriga.
Pese a esto, remarca que ya hay «avances importantes», especialmente en actividades donde la tecnología está mostrando que es factible conseguirlo.
ACOMPAÑAR UNA TRANSICIÓN ORDENADA
Durante su visita a Montevideo, donde este martes participó en el foro de sostenibilidad «Las cadenas de valor como motor de la transición» -organizado por el banco- Ballabriga destaca la importancia de que el sector financiero acompañe a la economía y a la sociedad para hacer «una transición ordenada».
En ese sentido, puntualiza que uno de los primeros objetivos de BBVA es brindar financiación sostenible con fines ambientales y sociales.
«Tenemos un objetivo de movilizar 300.000 millones de euros entre 2018 y 2025», indica el español, quien detalla que ese dinero permitirá brindar soluciones de inversión de crédito a grandes, pequeñas y medianas empresas, instituciones y también familias.
Añade que un segundo «gran objetivo» es que para 2050 tanto el banco en su actividad propia como los clientes a los que financia sean cero emisiones netas.
En concordancia con esto, Ballabriga cuenta que la sostenibilidad implica «un cambio titánico» en los comportamientos individuales y sostiene que el 20 % de las modificaciones que se deben hacer en el mundo están vinculadas a la movilidad, la producción o el consumo.
«Al final requiere un cambio de comportamiento muy importante y es un cambio que no es homogéneo. Lógicamente estamos viendo un gran interés por parte de grandes corporaciones que ya integran la sostenibilidad como parte de sus estrategias y, por lo tanto, ven al socio financiero como un buen aliado para ayudarle en esas inversiones», explica.
CÓMO GANAR LA CARRERA
Durante la entrevista, Ballabriga enfatiza que «tarde o temprano y de forma ordenada o desordenada» el cambio va a ocurrir.
Apunta entonces a la importancia de que dicho cambio tenga un sentido económico, ya que de esa forma «las cosas se industrializan y avanzan mucho más rápido».
Asimismo, indica que los Gobiernos tienen un rol «muy importante» que jugar para que -entre otras cosas- se incentive la inversión en tecnologías nuevas y por descubrir.
«Necesitamos que el mundo transicione en su conjunto, no vamos a tener éxito si solo lo hacen unos pocos países desarrollados», dice el director global de Negocio Responsable en BBVA.
Añade que los países emergentes necesitan cerca de un billón de dólares de inversión al año solo en energía y que hoy se está invirtiendo siete u ocho veces menos, por lo que las naciones desarrolladas tienen que hacer una apuesta para que exista más financiacion en los que requieren de un apoyo.
«Es un cambio sistémico», enfatiza Ballabriga, quien destaca que por el momento el banco debe actuar de forma colectiva en alianza con los Gobiernos, con la sociedad civil y con sus clientes para conseguirlo.
Allí recuerda unas palabras del chileno Gonzalo Muñoz, «Campeón» de Alto Nivel de acción climática de la COP25, quien aseguró que esta es una carrera que no se ganará cuando el primero cruce la meta, sino cuando lo haga el último.
«Necesitamos que todo el sistema en su conjunto avance», concluye Ballabriga, quien agrega que la sostenibilidad permitirá avanzar hacia «un mundo más justo» y que ponga «al alcance de todos» las oportunidades de la nueva era.
LAS GRANDES EMPRESAS
En diálogo con la Agencia EFE el presidente ejecutivo del BBVA en Uruguay, Alberto Charro, también habla sobre los retos que existen en esta materia y dice que estos son «tan grandes» que no basta con donaciones o impuestos, sino que requieren de la iniciativa privada.
«En el foro que organizamos ayer pusimos sobre la mesa la importancia de las grandes empresas como transformadoras de su cadena de valor y proveedores hacia la sostenibilidad, porque esas empresas -en un país como Uruguay que es fundamentalmente exportador- van a tener dificultades para exportar si no producen productos de primer nivel en cuanto a sostenibilidad», detalla.
Charro también hace hincapié en la importancia para las sociedades de que exista una cohesión que permita que estas avancen hacia el futuro con una igualdad de oportunidades que logre que «nadie se quede atrás».
«Por eso incorporamos en nuestras operaciones criterios de sostenibilidad social, para que las empresas a las que financiamos también tengan en cuenta estos criterios e incorporen y den oportunidades a todos, para que entre todos podamos sacar el país adelante», dice.
Finalmente, Charro subraya que el objetivo y la responsabilidad del banco «es acompañar al Gobierno, a las empresas y a las familias», aportando experiencia internacional y financiación para que puedan desarrollar la transformación.
«Esto no se trata de una carrera que no podamos hacer nosotros solos, es una carrera que tendremos que ganar con todos los bancos juntos, y seguimos con nuestro compromiso de dar ejemplo e intentar que otros nos sigan en este camino», concluye.
EFE