Por Daniela Calone
Cambiar la vida de cientos de niños y adultos es el objetivo principal de la fundación Manos de Héroes, una organización sin fines de lucro que imprime en 3D a medida y entrega de manera gratuita prótesis de manos y brazos que ayudan, entre otras cosas, a mejorar el autoestima y la seguridad de estas personas.
Tres años atrás era impensable para las familias uruguayas de bajos recursos pagar una prótesis de mano o brazo para sus hijos o familiares, con un costo estimado de 10.000 dólares, la fundación Manos de Héroes le cumplió el sueño a más de 100 personas con su trabajo.
Según cuenta a EFE su creadora, la ingeniera Andrea Cukerman, a su fundación llega «mucha gente» pidiendo ayuda, como la maestra de Mía que vio triste a su alumna de diez años por sentirse distinta a sus compañeros de clase.
Y es que hacer Manos de Héroes implica hacer la mano con la que soñaron y son los niños los que deciden los colores que tendrán y muchos quieren portar los colores de su cuadro de fútbol o los de su superhéroe favorito.
«Algo que quizás antes les daba vergüenza ahora pasa a ser motivo de orgullo. Darles una mano es darles apoyo emocional», cuenta.
Cukerman explicó que las prótesis se enganchan en la palma de sus manos y al articular la muñeca los hilos se mueven para que los niños consigan abrir y cerrar sus dedos mecánicos sobre un lápiz, por primera vez.
AYUDAR A MÁS PERSONAS
Hace tres años la ingeniera quiso darle un vuelco a su profesión y traer algo que todavía no se aplicaba en el país, así que fundó Manos de Héroes a riesgo de no poder entregar ninguna mano.
Sin embargo, el trabajo constante y el convencimiento de que su proyecto en definitiva mejora la vida de las personas ha logrado que hasta el momento ya se hayan entregado más de un centenar de prótesis en el país.
«Hemos entregado en tres años más de cien manos y brazos y son cien historias que nos han tocado mucho, son historias de personas muy vulnerables», dice y resalta que muchos de estos niños viven en barrios pobres y no está en sus posibilidades pagar una prótesis.
La impresora 3D es silenciosa pero constante, como en la famosa escultura «Los Dedos» que emergen de la arena de la Playa Brava (Punta del Este), los filamentos tomaron la forma de uñas.
INGENIERÍA APLICADA
Cada diseño es único, no sólo en apariencia, sino también de acuerdo a sus necesidades: una mano mecánica es para quienes tienen la palma de la mano, pero no sus dedos, y funciona con la articulación de la muñeca.
Un brazo mecánico funciona igual, pero utiliza la articulación del codo para que los hilos lleven el movimiento a la punta de los dedos.
Cukerman explicó que ante casos más complejos se recurre a nuevos diseños como el brazo electrónico que en su interior tiene un microprocesador que mueve los motores internos para activar el movimiento y una de las maneras de activarlo es a través de un botón que la persona puede accionar con su otra mano.
También es posible colocar un sensor que funcione con las contracciones musculares.
«A una persona que no tiene el brazo se lo podemos poner en la espalda y cada vez que él o ella contrae el músculo el sensor detecta que hay un movimiento y actúa como el botón, envía esa señal para que los motores puedan accionarse y tensar los hilos para poder abrir y cerrar la mano», explica la ingeniera.
Esta nueva tecnología les permitió abarcar nuevos proyectos como pueden ser diseños más específicos y, en palabras de la creadora «ayudar a más personas».
Al fondo del taller cuelgan los dibujos de los niños a los que ya ayudaron, la palabra «gracias» se reitera en distintos colores y tamaños, en otra pizarra están los nombres de los chicos a los que queda por ayudar.
EFE
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