Alejado de una visión meramente observadora del espectador de arte, el curador español Manuel Segade invita al público a usar el cuerpo entero en su taller «Gestos curatoriales de los cuerpos en la escena del arte», que termina este sábado en el Centro Cultural de España (CCE) en Montevideo.
La visita del artista y director del Museo CA2M de Madrid, y la organización del taller, que ha agotado entradas, se enmarcan además en el fin de la exposición de una de las colecciones del museo que preside, «Un hacer asociado», que ya lleva expuesta en el CCE casi tres meses.
«La performance ha entrado en todos los aspectos de un museo porque hemos entendido que el espectador no es solo un ojo, sino que tiene un cuerpo entero que ha invadido toda la práctica artística y la forma de recepción», cuenta a EFE Segade, asombrado por el talento de las artistas locales que ha conocido a raíz de su paso por Uruguay.
Por ello, el también profesor de prácticas curatoriales -de comisariado- asegura que es «fundamental» que consumir arte sea una práctica que genere «acceso a representaciones de la realidad que pueden no formar parte de nuestra vida cotidiana».
«De esta forma, sabremos cómo desmontar la realidad que entendemos como habitual y tener armas de investigación para entender la realidad que nos permitan tener más diversidad, la aproximación de la diferencia», indica Segade, quien afirma que otra de las intenciones del taller es «atraer a nuevos públicos».
«Esa masa de consumidores que quieren las grandes marcas no existe ni debería existir en el arte, tenemos que conseguir que todo el mundo entienda que cualquier tipo de arte es para ellos y ellas y que eso genere ese espacio de contacto», añade.
Por otra parte, la exposición «Un hacer asociado», que lleva expuesta en el CCE desde el 3 de febrero y termina este sábado, es colaborativa, está curada (comisionada) por la española Marta Ramos-Yzquierdo y cuenta con 45 obras de diversos artistas que giran alrededor de distintas temáticas.
Una de ellas, la de la obra «Los bárbaros» de Rogelio López Cuenca, es una reflexión sobre la ideología colonialista que sigue incrustada en la sociedad española y que trata de dar explicación a comportamientos y radicalismos que siguen vigentes.
A través de fotografías con ejemplos como el ‘blackface’ (pintarse la cara de negro) del exalcalde de Madrid, Alberto Ruiz-Gallardón, cuando en 2006 se disfrazó del rey Baltasar en una Cabalgata de los Reyes Magos, esta obra interpela prácticas de apropiación cultural y de racismo que durante muchos años fueron socialmente aceptadas en España.
EFE