La Relatora Especial de la ONU sobre la venta, la explotación y el abuso sexual de niños, Mama Fatima Singhateh, hizo un llamado este viernes al Gobierno de Uruguay a desarrollar mayores esfuerzos para proteger a los menores de la explotación y el abuso sexual.
«A pesar de ciertos avances, el cuidado de los niños, niñas y adolescentes sigue estando fragmentado», afirmó en un comunicado al término de una visita de once días al país.
Sin embargo, destacó los esfuerzos del Gobierno uruguayo que, a su juicio, ha tomado «medidas importantes» para abordar la venta, la explotación y el abuso sexual de menores.
En ese sentido, la relatora instó al Gobierno a adoptar una estrategia integral, centrada en los menores, con una perspectiva de derechos, que permita el abordaje de los traumas sufridos y sea sensible a las cuestiones de género para combatir y erradicar los fenómenos de la venta, la explotación y el abuso sexual de menores.
Además, ejecutar una coordinación intersectorial eficaz que se centre en la cohesión estructural, fortalezca las instituciones, asigne recursos adecuados, promueva la participación de los menores y establezca objetivos a corto y largo plazo con mecanismos de supervisión y rendición de cuentas.
En tanto, Singhateh celebra los esfuerzos del Gobierno por establecer un «marco jurídico sólido» para la protección de los niños, niñas y adolescentes que prevé la creación de un sistema sofisticado de protección de la infancia, así como iniciativas encomiables como el proyecto Travesía y el Consejo Asesor y Consultivo del Directorio del Instituto del Niño y Adolescente (INAU).
«Los organismos y los prestadores de servicios de protección infantil están desbordados y su capacidad para recibir y apoyar a los menores se ve sobreexigida. Esto podría poner en peligro los avances logrados hasta ahora y aumentar el riesgo de revictimización de los menores víctimas y sobrevivientes», afirmó.
En ese contexto, invitó a Uruguay a promover una «estrategia más coordinada y sostenible» en la aplicación del marco jurídico y los protocolos existentes para garantizar la protección de todos los niños, niñas y adolescentes víctimas y sobrevivientes, sin discriminación, y permitir una mejor coordinación y optimización de los recursos.
«La explotación y el abuso sexual de menores son extremadamente comunes en el país y están normalizados social y culturalmente. La educación sexual en las escuelas puede cumplir un papel fundamental para informar a los niños, niñas y adolescentes sobre los riesgos inherentes a las relaciones sexuales, la autonomía corporal y el embarazo precoz», sostuvo.
Durante su visita al país suramericano, Singhateh se reunió con representantes de los poderes Ejecutivo, Legislativo y Judicial, autoridades locales y municipales, organismos de la ONU, sociedad civil, responsables de la protección de la infancia, educadores, trabajadores sociales, psicólogos, miembros del sector privado y del mundo académico, comunidades locales y con niños, niñas y adolescentes. EFE