El Parlamento recordó este lunes los 50 años del comienzo de la dictadura cívico-militar que vivió el país entre 1973 y 1985.
Los senadores participaron de una sesión especial llevada a cabo en el Palacio Legislativo de Montevideo, donde el 26 de junio de 1973 los legisladores celebraron un histórico debate parlamentario, antes de que fueran disueltas las Cámaras.
Tres recordados discursos brindados aquella noche por Wilson Ferreira Aldunate, Amílcar Vasconcellos y Enrique Rodríguez fueron recreados mediante un mapping audiovisual que proyectó imágenes en el lugar.
«Siendo las 22.30 horas y habiendo quórum, la Cámara de Senadores da inicio a la misma hora que hace 50 años de la sesión extraordinaria convocada a efectos de recordar aquella del 26 de junio de 1976, última previa a la disolución de las Cámaras por parte del presidente de la época».
Con dichas palabras dio comienzo a la sesión la vicepresidenta, Beatriz Argimón, quien inmediatamente saludó a diferentes autoridadades y políticos que llegaron al Palacio Legislativo.
La sesión fue seguida dentro del recinto por el presidente de Uruguay, Luis Lacalle Pou, y por los exmandatarios Julio María Sanguinetti (1985-1990 y 1995-2000), Luis Alberto Lacalle Herrera (1990-1995) y José Mujica (2010-2015).
También participaron los exvicepresidentes Rodolfo Nin Novoa (2005-2010) y Lucía Topolansky (2017-2020), actuales ministros y políticos de los diferentes partidos.
«Hace 50 años la dictadura quiso callar a los representantes del pueblo. Hoy queremos ratificar nuestro compromiso democrático desde este Parlamento elegido democráticamente por la ciudadanía», apuntó Argimón.
Enseguida se proyectó el audiovisual con los discursos de Ferreira Aldunate, Vasconcellos y Rodríguez, los que fueron aplaudidos por los presentes.
«Me perdonarán que yo antes de retirarme de sala arroje al rostro de los autores de este atentado el nombre de su más radical e irreconciliable enemigo que será, no tengan la más mínima duda, el vengador de la República ¡Viva el Partido Nacional!», exclamó aquel día el primero de ellos.
«Hay triunfadores efímeros que las hojas del viento de la historia las desparraman y se olvidan hasta del odio de los pueblos. Ellos se sentirán vencedores y muchos serviles y miserables se acercarán para decorar una situación momentánea. Pero ya sentirán también el látigo de la historia sobre sus nombres y el nombre de sus hijos, como una mancha indeleble por la inmensa traición que están cometiendo contra el Uruguay y de esto no los salvará absolutamente nadie», dijo Vasconcellos.
Rodríguez expresó: «Surgirá un pueblo que, como aquí se ha dicho, no ha nacido para ser esclavo y, en el centro de ese pueblo, que nadie lo dude, que nadie tenga un asomo de duda, estarán las fuerzas que componen el núcleo político que nosotros representamos. Y dentro de él estará, lo digo con orgullo, con la bandera desplegada en su forma más alta y gallarda, la clase trabajadora del Uruguay, que nunca ha fallado a las causas populares y que no fallará ahora».
Finalizada la sesión, los asistentes se trasladaron al Salón de los Pasos Perdidos del Palacio Legislativo para escuchar el himno nacional.
Mientras tanto, fuera del recinto se llevó a cabo una vigilia que se extenderá hasta la madrugada del 27 de junio y el edificio fue rodeado por velas.
EFE
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