Por Daniela Calone
Una boca que mastica la palabra «SILENCIO» saborea cada letra tan abierta que simula un grito. Esta expresión forma parte de una exposición en la que el arte habla de democracia y en la que se rememoran los 50 años del último golpe de Estado en Uruguay.
La exposición se suma al conjunto de propuestas abiertas al público que durante el mes de junio pretenden reflexionar sobre el pasado reciente, en torno al martes 27 cuando se cumplirán 50 años del golpe de Estado en el país, una dictadura que se extendió hasta marzo de 1985.
«El golpe es algo de lo cual todavía no nos recuperamos», dijo el artista uruguayo Federico Arnaud a EFE, quien ve a este período histórico como «un trauma»
«Nos ha marcado sucesivamente generaciones para adelante después del golpe», señaló.
Su obra es un «espectáculo performativo» que prefiere definir como «una suerte de biografía personal y colectiva» que lo que pretende es dar una dimensión que pasa de los hechos históricos a los hechos personales.
La noche de inauguración de la exposición en el Centro de Exposiciones SUBTE de Montevideo, Arnaud presentó su pieza frente a un público expectante y dejó en sala un fragmento del diario La Mañana, en el que se informa el asesinato de su padre, el arquitecto Pedro Arnaud en 1975.
«Hay una generación de hijos que no ha tenido su oportunidad de decir», expresó Arnaud y destacó que en esta oportunidad dialogan dos generaciones, «hay dos formas de ver las cosas que me parece que son dimensiones del trauma».
UNA REFLEXIÓN REGIONAL
Para la exposición, convocaron a más de veinte artistas contemporáneos de la región y a las manos uruguayas se sumaron argentinas, chilenas y brasileñas.
Un grupo de personas están reunidas en círculo, sus rostros están borrosos y sus sombras alargadas representan varios objetos, desde un arma hasta un sacacorchos.
«Esta es una obra que discute el poder, el conflicto», explicó a EFE Regina Silveira, quien viajó desde Brasil.
La obra le fue encargada en 1992 cuando se cumplieron quinientos años del descubrimiento de América y ella eligió la temática del poder.
«Yo decidí hacer ese encuentro difícil de personajes que están puestos ahí ficticiamente», detalló Silveira quien sostuvo que esa fue su primera obra digital.
«Me interesaba mostrar que la reunión no era una reunión fácil y que las sombras revelaban el verdadero carácter del encuentro, se llama encuentro ¿son ejecutivos o son políticos? No importa, pero están decidiendo cosas y cada uno tiene un carácter revelado por su propia sombra», concluyó.
PENSARNOS HOY
El cometido inicial de la muestra es «pensar el golpe de Estado» e intentar utilizar la memoria como «una fuerza creativa para construir el futuro», remarcó uno de sus curadores, Martín Craciun en diálogo con EFE.
Craciun está convencido de que el arte puede aportar a la reflexión sobre «uno de los momentos más importantes en la historia reciente de Uruguay».
El equipo de curadores -integrado además por Ionit Behar y Jorge Francisco Soto- planificó a detalle la muestra para que las obras dialoguen con piezas que desde los años 70 reflexionan sobre la democracia y la violencia.
Como lo hace la obra del artista visual chileno, Alfredo Jaar, un calendario del año 1973 que se congela a partir del 11 de septiembre, la fecha del golpe de Estado en su país.
«Creo que el pasado es un pasado activo y es una memoria constructiva que nos tiene que ayudar a no cometer los mismos errores y a poder construir un futuro con verdad, memoria y justicia», asegura Craciun.
Detrás de él varias pantallas muestran escenas de un cielo azul. Es la obra de la argentina Gabriela Golder que, en palabras de Craciun, «propone los cielos como una referencia a la esperanza como una referencia a mirar hacia adelante y a pensar en el futuro».
El proyecto, declarado de interés por el Ministerio de Educación y Cultura, estará disponible para su visita hasta el 16 de septiembre.
EFE