Diputados aprobó iniciativa que fija indemnizaciones para las víctimas de la guerrilla, proyecto por el que la diputada Nibia Reisch viene trabajando desde hace años.
El texto establece una «indemnización moral, social y económica» a militares, policías y civiles, así como a sus familias, que «hayan sufrido daños en su persona y bienes como consecuencia de los hechos ilícitos ocurridos entre el 1 de enero de 1962 y el 31 de diciembre de 1976, por integrantes de grupos armados por motivos políticos».
El Estado promoverá acciones materiales o simbólicas de reparación moral con el fin de restablecer la dignidad de las víctimas del uso ilegítimo del poder ejercido por integrantes de grupos armados, así como honrar su memoria, señala el documento en su cuarto artículo. El proyecto también sostiene que los gastos generados a partir de la aplicación de la eventual ley serán financiados a partir de Rentas Generales.
Los gobiernos de los presidentes Jorge Batlle y Tabaré Vázquez habían remitido proyectos que otorgaban indemnizaciones a familiares de militares policías y civiles quienes fueron muertos por los tupamaros cuando estos atentaron contra las instituciones democráticas de nuestro país pero esas iniciativas no prosperaron.
“Impulsamos este proyecto nuevamente porque nos parecía de estricta justicia que si los tupamaros habían tenido una reparación por el accionar del Estado, había que reparar a quienes los tupamaros mataron. Hace muchos años veníamos con esta lucha”, dijo la diputada colorada por Colonia, Nibia Resich.
Esta nueva ley recoge indemnizaciones de 150.000 dólares para los familiares de aquellos que perdieron la vida, 100.000 dólares a quienes sufrieron incapacidad permanente, total o parcial y 50.000 a los que fueron privados de libertad durante más de 72 horas por parte de estos grupos. Quienes ya han recibido indemnización se abonará la diferencia. Ese monto fue estipulados en el último proyecto presentado sobre el tema, en el gobierno de Tabaré Vázquez.
“Nos parece de estricta justicia ya que nos parecía que en nuestro país existía una visión hemipléjica de lo sucedido”, reafirmó Reisch.
La legisladora se mostró conforme que la iniciativa incluyera una reparación simbólica con monumentos que conserven la memoria de estas personas, algo que directamente había planteado y solicitado a los ministerios del Interior y de Defensa.
“La única diferencia que tengo es que la reparación viene por parte del Estado y me parecía que debían ser los propios tupamaros quienes debían hacer las reparaciones a estas personas.”, concluyó la diputada.