La Reserva de Fauna hizo una preocupante denuncia a través de sus redes sociales, manifestando su consternación por la vandalización recurrente de su cerco perimetral. En un intento por comprender los motivos detrás de estos actos destructivos, se preguntan si aquellos responsables lo hacen movidos por «hambre o diversión».
La gravedad de la situación se evidencia en los informes presentados, donde se relata cómo los vándalos no solo se limitan a romper los cercos, sino que también ingresan al área protegida con perros, motos e incluso autos, con el único objetivo de capturar a los ciervos que allí habitan. Sorprendentemente, estos hechos ocurren a pesar de la presencia de un sereno y a pesar de las denuncias que se realizan, las cuales conllevan la intervención de las autoridades policiales. A pesar de estas adversidades, es destacable la colaboración y apoyo de los vecinos de la reserva.
Los administradores de la reserva expresan su frustración y desazón ante esta situación, concluyendo en su comunicado que aquellos que llevan a cabo estos actos de vandalismo parecen no preocuparse por las consecuencias ni por el valor de preservar estos espacios naturales. «No les importa, así estamos», reflexionan con pesar.
En vista de estos preocupantes eventos, resulta fundamental destacar la importancia de concientizar a la comunidad acerca del valor de la preservación de la fauna y los espacios naturales. Asimismo, se hace necesario reforzar las medidas de seguridad en la reserva, así como promover una mayor participación ciudadana para proteger y cuidar estos entornos tan significativos. Solo a través de un esfuerzo conjunto y el respeto por nuestro entorno natural podremos asegurar la conservación de estas especies y garantizar su bienestar a largo plazo.