En una conferencia de prensa llevada a cabo en la sede del Instituto Nacional de Vitivinicultura (Inavi), se anunció una medida crucial para respaldar a los productores afectados por la devastadora sequía que azotó la cosecha de 2023. El directorio del Inavi, encabezado por el ministro de Ganadería, Agricultura y Pesca, Fernando Mattos, ha aprobado destinar una partida de 60.000.000 de pesos del fondo de protección integral de viñedos para brindar asistencia a los viticultores afectados.
La reducción de producción, estimada en un alarmante 30%, ha puesto en jaque al sector vitivinícola nacional. Ante esta difícil situación, el apoyo anunciado representa un paso fundamental para mitigar los impactos económicos que la sequía ha dejado a su paso. El ministro Mattos informó que, en colaboración con las gremiales del sector, se definirá en los próximos días el mecanismo de distribución de los recursos para garantizar que lleguen de manera efectiva y justa a quienes más lo necesiten.
En la conferencia, además de Mattos, estuvieron presentes el titular del Inavi, Ricardo Cabrera, así como representantes del Poder Ejecutivo y de las gremiales del sector vitivinícola. Las voces unidas en busca de soluciones reflejaron la importancia y urgencia de esta medida de apoyo.
«Esta zafra ha enfrentado un perjuicio real y duradero que probablemente tenga consecuencias en el futuro», expresó el ministro Mattos. Los datos revelan que la producción de uvas ha disminuido considerablemente este año, pasando de producir entre 90.000.000 y 105.000.000 de kilos anuales a tan solo 70.000.000 de kilos. Esta pérdida, cercana al 30%, ha impactado significativamente a los viñedos del país, aunque el ministro enfatizó que no todos los productores se han visto afectados de igual manera.
La decisión de cómo se distribuirá el apoyo aún está en discusión. Se han propuesto diferentes criterios, como considerar la cantidad de hectáreas para beneficiar a los productores más vulnerables, o basar el apoyo en la cantidad de kilos de uva perdidos. Para alcanzar un consenso, los miembros del sector acordaron abrir una semana de discusión y análisis.
El manejo responsable de los recursos es una prioridad, según destacó el ministro Mattos. Aproximadamente, hay un remanente de 20.000.000 de pesos disponibles en caso de que surja otra inclemencia climática, lo que demuestra el compromiso del Gobierno nacional para proteger al sector vitivinícola en momentos de adversidad.
El apoyo anunciado representa una adición a las medidas ya implementadas por el Gobierno para contrarrestar los efectos de la histórica sequía. Actualmente, está en vigor un programa de créditos a cinco años, con dos años de gracia y sin intereses, para brindar respaldo financiero a los productores.
En palabras del ministro Mattos, «no puede quedar ningún productor por el camino». La determinación del Gobierno es clara: trabajar en conjunto con el sector vitivinícola para superar este desafío y mantener la vitalidad de una industria esencial para la economía y el patrimonio del país. Con el apoyo gubernamental y la colaboración de las gremiales, se espera que la resiliencia del sector vitivinícola sea el pilar para superar esta difícil etapa y mirar con esperanza hacia el futuro.