Montevideo, 2 ago (EFE).- El ministro de Industria, Energía y Minería de Uruguay, Omar Paganini destacó este miércoles que la intención de acercarse a América Latina que tiene la actual Administración de Estados Unidos (EE.UU.) es una «oportunidad a aprovechar» para su país.
Durante un almuerzo organizado por la Cámara de Comercio Uruguay-Estados Unidos, Paganini expresó que si bien es sabido «lo difícil que es» para su país ampliar la inserción internacional, en este momento hay nuevas oportunidades que se abren con EE.UU.
A lo que subrayó la importancia de «una cierta visión que la Administración de Estados Unidos está teniendo» de querer «acercarse a América Latina y generar oportunidades de radicar en la región inversiones para diversificar sus proveedores» y precisó que ha habido avances concretamente con Uruguay.
«El proyecto de ley que presentaron los tres senadores (estadounidenses) (Bob) Menéndez, (Tim) Kaine y (Bill) Hagerty, puede generar una buena oportunidad para el país en la medida que nos incluyan dentro de esos beneficios: acceder sin aranceles con un montón de bienes, mejorar las condiciones de acceso con visas, etcétera», aseguró sobre una iniciativa presentada en Washington el pasado 12 de junio.
Por otro lado, el ministro, cuya charla se tituló «Oportunidades para Uruguay en un mundo de transformación energética e innovación tecnológica», valoró como otra oportunidad clave la iniciativa del Gobierno del centroderechista Luis Lacalle Pou de solicitar su ingreso al Tratado Integral y Progresista de Asociación Transpacífico (CPTPP, en inglés).
«Después lo de China irá avanzando al ritmo que se pueda», acotó a su vez en alusión a las negociaciones que Uruguay emprendió hacia un posible Tratado de Libre Comercio con el gigante asiático, que Pekín puso en suspenso por la posibilidad de acordar con todo el bloque del Mercado Común del Sur (Mercosur).
Entre otros puntos, Paganini aludió en su discurso a la necesidad de que Uruguay pase «de ser un polo de negocios a ser un polo de innovación», algo que, argumentó, «es una etapa natural siguiente» para la cual Uruguay no parte de cero.
«Partimos de una trayectoria de 30 años en un sector software exportador pujante, atractivo para el mundo, de capacidades científico tecnológicas que el país tiene que poner en valor», recalcó quien matizó que el camino no está exento de desafíos como su reducida escala o la complejidad de sus procesos administrativos a nivel estatal.