Miami, 25 ago (EFE).- Los expresidentes Ricardo Lagos (Chile) y Julio María Sanguinetti (Uruguay) firmaron junto a otros actores políticos y educativos de América Latina una carta abierta para denunciar la confiscación de bienes de la Universidad Centroamericana en Nicaragua y solidarizarse con los nicaragüenses.
Impulsada por la Red Latinoamericana de Jóvenes por la Democracia en América Latina y el Caribe (Juventud LAC), la carta responde a la confiscación de bienes y cuentas bancarias de la Universidad Centroamericana (UCA) «bajo acusaciones inventadas de terrorismo» por parte del «régimen» de Daniel Ortega y Rosario Murillo.
«El robo de la universidad centroamericana es un atropello a la educación superior, es robarle los sueños a miles de jóvenes nicaragüenses, a la libertad de expresión y de cátedra. La UCA no son 4 paredes, son sus estudiantes, sus docentes, sus valores por eso ante todo ‘Amar y servir'», dijo en un comunicado la nicaragüense Yunova Acosta, presidenta de Juventud LAC.
La UCA, fundada en 1960, ha sido un ícono de la libertad académica y de expresión en Centroamérica, destacan los firmantes de la carta.
«Mediante esta declaración expresamos nuestra profunda preocupación ante la palpable situación de impunidad con la que el régimen nicaragüense actúa en contra de estudiantes y jóvenes del país», dicen los firmantes.
Además, «como actores comprometidos en el ámbito educativo de América Latina, reprobamos el uso indebido de las instituciones estatales para sofocar espacios académicos que fomentan el desarrollo del pensamiento crítico, la academia, la tecnología, la ciencia, la libertad y la democracia».
Los firmantes de la carta manifiestan su «solidaridad con el pueblo nicaragüense ante los ataques sistemáticos a la educación superior y las reiteradas violaciones a los Derechos Humanos».
Y demandan que «el régimen respete, de inmediato, el derecho a la educación, la libertad académica y de expresión, así como el derecho inalienable del pueblo nicaragüense a decidir su propio destino».
Por último, invitan «a la comunidad internacional a utilizar todas las herramientas a su disposición para apoyarlo en esa tarea».
La Universidad Centroamericana (UCA), establecida el 23 de julio de 1960 en Nicaragua por la Compañía de Jesús, no tiene fines de lucro y es autónoma y de inspiración cristiana.
Forma parte de la Asociación de Universidades Confiadas a la Compañía de Jesús en América Latina (Ausjal), la cual incluye a 30 universidades en 14 países de la región.
La Justicia de Nicaragua acusó a la UCA de operar «como un centro de terrorismo, para elevar los niveles de violencia y destrucción, organizando grupos delincuenciales armados y encapuchados que emplearon métodos terroristas en el país».
Además de Lagos y Sanguinetti, firman la carta varios exministros de Educación latinoamericanos como Mariana Aylwin y Sergio Bitar, de Chile, o Alejandro Finocchiaro, de Argentina.
Así mismo, varios senadores y diputados de Chile, Bolivia, Argentina, Uruguay, El Salvador, Costa Rica y Perú, e integrantes de entidades educativas de la región.
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