Carmelo, vivió el pasado 17 de septiembre una celebración cargada de significado. La Escuela de Educación Especial N° 137 «Solar de Artigas» conmemoró medio siglo de existencia, un hito que atrajo a toda la comunidad en una jornada que no solo festejó el pasado, sino que también arrojó luz sobre el presente y futuro de la educación inclusiva.
En ese recinto educativo, 75 niños con diversas discapacidades se encuentran en busca de conocimiento y crecimiento. Una asistencia a la que se sumaron figuras destacadas de la administración pública, incluyendo a la inspectora departamental, Sandra García, y la inspectora de Educación Especial, Cristina López. También se hicieron presentes representantes del Ejército, la alcaldesa Alicia Espíndola y el director del hospital local, José Duarte.
El nombre «Solar de Artigas» alude al árbol de ibirapitá plantado en el patio, una referencia a la escuela Artigas de Asunción, Paraguay. La Escuela N° 137 se erige como un faro de educación inclusiva, abriendo sus puertas a niños con discapacidad intelectual, dificultades de aprendizaje, TEA (trastorno del espectro autista), Síndrome de Down, parálisis cerebral y trastorno general del desarrollo.
Desde nivel inicial hasta 6° grado, el centro educativo no solo ofrece clases convencionales, sino también talleres preocupacionales y ocupacionales que preparan a adolescentes para campos como la agricultura y la carpintería.
Gustavo Beltrán, el director de la escuela, explica que su institución opera bajo la modalidad de escolaridad compartida, convirtiéndose en un faro de referencia que recibe alumnos de otras escuelas del departamento. Cuando surge un niño con discapacidad en la zona, se realiza una evaluación en colaboración con maestros itinerantes, y así se establece una escolaridad compartida: dos días en la Escuela N° 137 y tres en su escuela de origen.
La influencia de esta institución va más allá de Carmelo, extendiéndose a localidades como Palmira, Conchillas, Ombúes de Lavalle y las zonas rurales circundantes. En la celebración, se hicieron presentes representantes de los liceos 1 y 2, además de la UTU.
Aunque el aniversario oficial de la institución ocurrió el 3 de marzo, las clases recién comenzaban, por lo que la celebración se postergó hasta septiembre. En un acto protocolar lleno de emoción, se entonó el himno nacional, se pronunciaron palabras alusivas a la historia de la escuela y Tabaré Pedrozo, el cantautor local, deleitó a la audiencia con una canción que compuso especialmente para la ocasión, una canción sin nombre aún, que será bautizada por los propios estudiantes.
Los niños, verdaderos protagonistas del día, deslumbraron con tres danzas folclóricas, y una talentosa bailarina estudiante de 4° año de folklore del Sodre, Azucena Beltrán, hija del director de la escuela, cautivó al público junto a un profesor de danza vinculado al centro educativo.
El evento culminó con un gesto de agradecimiento a los ex directores y maestras de la institución, quienes se llevaron consigo presentes cargados de significado: macetas con plantas elaboradas por los propios niños y un dibujo en pirograbado realizado por la alumna Abril. Los padres y docentes presentes, visiblemente emocionados, fueron testigos de un día que trascendió la celebración para convertirse en un testimonio de compromiso con la inclusión y la educación de calidad.
La Escuela de Educación Especial N° 137 «Solar de Artigas» de Carmelo, en su medio siglo de existencia, demuestra que la educación inclusiva no es solo un desafío, sino una causa noble que enriquece la comunidad y destila esperanza en cada niño que pasa por sus aulas. Un testimonio de esfuerzo y dedicación que, en tiempos de incertidumbre, brilla como un faro de excelencia en la administración pública.