Durante el primer semestre de 2023, Uruguay ha registrado cifras reveladoras sobre la situación económica de sus habitantes. Según estimaciones, la proporción de hogares que se encuentran bajo la línea de indigencia (LI) se ha situado en un modesto 0,2%. Traducido en términos concretos, de cada 1000 hogares en el país, apenas 2 luchan por cubrir sus necesidades básicas alimentarias debido a ingresos insuficientes.
La incidencia de la pobreza, por otro lado, ha sido evaluada en un 7,2%. Esto significa que de cada 1000 hogares, 72 enfrentan dificultades para superar la línea de la pobreza (LP), marcando una realidad palpable en el tejido social uruguayo.
Si enfocamos la lente en la estimación de la indigencia a nivel individual, los datos son igualmente esclarecedores. Según los cálculos, de cada 1000 personas en el país, solo 2 no logran alcanzar el ingreso mínimo requerido para satisfacer sus necesidades alimentarias más básicas. Una realidad que pone de manifiesto la fragilidad económica de algunos sectores de la población.
Por último, pero no menos importante, la proporción de personas consideradas pobres en este periodo del 2023 se sitúa en un 10,4%. En términos prácticos, esto implica que de cada 1000 individuos, 104 de ellos se ven atrapados en una situación donde sus ingresos son insuficientes para cubrir las necesidades tanto alimentarias como no alimentarias consideradas por esta metodología.
Estos datos, objetivos y despojados de adornos, ofrecen una imagen clara de la situación económica en Uruguay en el primer semestre del 2023.
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