Por Elio García
Desde el 8 de septiembre, el proceso de dragado en el Canal Sur de la Isla Sola se encuentra en un estado de impasse debido a una serie de complejas contingencias administrativas y náuticas. La detención de este proceso ha sido ocasionada por la necesidad de habilitar un remolcador esencial para la llegada de otra draga vital para la apertura del canal.
Un dragado sin plan
El dilema radica en los procedimientos requeridos para facilitar la entrada al territorio de una draga proveniente de Argentina. A pesar de haber obtenido una exención que permite su ingreso, las autoridades náuticas de ambos países han establecido requisitos cruciales, incluyendo el plan del remolcador encargado de transportar la draga al Puerto de Carmelo. Estos permisos son gestionados a través de las prefecturas navales de ambos países, y la Administración Nacional de Puertos (ANP) no tiene influencia en este proceso. Según fuentes confiables, la falta de este documento específico impide que la draga pueda ingresar a Uruguay, paralizando así el proceso de dragado.
La pregunta es ¿cómo no se tuvo en cuenta estos permisos previo a conceder a la empresa el trabajo?.
Todo indica que no se analizó la situación y no se definieron contextos, para comenzar la obra con todas las habilitaciones otorgadas.
Se otorgó la licitación a una empresa que aún no contaba con parte de las habilitaciones básicas tramitadas y esto explica que el 8 de octubre se cumplirá un mes que la obra esta paralizada.
Implicaciones y Repercusiones:
La suspensión del dragado podría tener consecuencias significativas para la región y más allá. En primer lugar, la interrupción de las actividades en el Canal Sur de la Isla Sola afecta directamente la navegación y el comercio en la zona, lo que podría generar pérdidas económicas considerables para las empresas y los comerciantes que dependen de esta ruta, al menos en un escenario de bajante.
A pesar que se dice a nivel de la ANP que se está cumpliendo con los tiempos estipulados, no se dice toda la verdad cuando se manifiesta que las obras siguen avanzando.
Las obras están paralizadas desde el 8 de setiembre de 2023.
Factores Críticos:
El reinicio del proceso de dragado está condicionado a la aprobación conjunta de las prefecturas navales de Argentina y Uruguay para habilitar el remolcador que transportará la draga, al menos eso nos dijeron fuentes navales de confianza.
Este aspecto se convierte en un punto crucial, ya que hasta que se alcance un acuerdo en este sentido, la draga de corte, responsable de abrir literalmente el canal, no puede comenzar su labor. Esta situación prolongada puede tener efectos cascada en sectores como el turismo, que depende del acceso fluido a estas rutas marítimas.
Consideraciones Futuras:
Es esencial abordar este problema de manera expedita y eficaz. Las autoridades de ambas naciones deben colaborar estrechamente para agilizar los trámites y garantizar que todos los documentos necesarios estén en orden. Además, es imperativo establecer mecanismos de comunicación y coordinación efectivos entre las entidades involucradas para prevenir futuros obstáculos similares en proyectos de importancia nacional e internacional.
La detención del proceso de dragado en el Canal Sur de la Isla Sola representa un claro ejemplo de cómo las complejidades burocráticas y administrativas pueden tener un impacto directo en el desarrollo económico y la conectividad regional.
La resolución de este problema requiere una acción inmediata y concertada por parte de todas las partes involucradas para asegurar la pronta reanudación del dragado y restaurar la vitalidad de esta ruta marítima fundamental para la economía de la región y el bienestar de sus habitantes.
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