Montevideo, 17 oct (EFE).- El Parlamento estrenó este martes su sistema de voto electrónico en una sesión en la cual la Cámara de Representantes aprobó la ley de Rendición de Cuentas, que define ajustes presupuestales para 2024.
Por 54 votos afirmativos en 98, la Cámara baja del Parlamento dio la sanción definitiva al proyecto de Rendición de Cuentas, que, con 442 artículos, fue introducido al Parlamento el 30 de junio por la ministra de Economía y Finanzas, Azucena Arbeleche.
Sin embargo, esta votación fue distinta por tratarse de «la primera vez en la historia» en que los legisladores del país suramericano emitieron sus votos sin tener que alzar sus manos, pues lo hicieron con el recién habilitado sistema de voto electrónico.
En diálogo con EFE, el presidente de la Cámara de Representantes, Sebastián Andújar, destacó la importancia de este paso, que, acotó, «se venía postergando por cuestiones técnicas».
«(Refleja) la importancia de adaptar la función legislativa a los cambios, a la innovación tecnológica, y entendemos que también es una acción de transparencia donde se puede marcar las determinaciones que toma cada diputado en su votación», aseguró.
Según Andújar, el sistema, que aún no funcionará en la Cámara de Senadores, es simple y «quizás lleve un minuto» a los legisladores emitir su voto de esta forma que, según el instructivo entregado a los diputados antes de probarlo, implica colocar una tarjeta identificadora y presionar un botón para votar afirmativo o no presionar ninguno si es negativo.
Otra novedad del proceso, explicó, consiste en que la votación queda en una base de datos y en el registro del diario de sesiones «con la votación nominativa de lo que cada legislador votó», algo que «antes no ocurría», pues no se registraba por nombres sino el total numérico de votos afirmativos y negativos.
De acuerdo con el representante por el oficialista Partido Nacional, este avance posiciona a Uruguay, que si bien en 2018 se incorporó al grupo internacional Digital Nations o DN -antes conocido por D7-, reconocido como el de los países «más avanzados digitalmente», no contaba con este tipo de sistema, ya habilitado en diversos países del mundo y de Latinoamérica.