Por Santiago Carbone
Montevideo, 18 oct (EFE).- El Uruguay de Marcelo Bielsa mostró en la doble jornada de eliminatorias mundialistas su punto más alto, tras lograr este martes en Montevideo una contundente victoria frente a Brasil, tras más de 22 años.
El cuarto encuentro oficial del seleccionador nacido en Argentina al frente de la Celeste permitió que los más de 50.000 espectadores que llegaron al estadio Centenario disfrutaran de una lección táctica ante uno de los mejores combinados del mundo.
Uruguay se impuso de manera justa y merecida por 2-0 y le sumó otros tres puntos al que días atrás había conseguido tras empatar con Colombia, en un juego en el que demostró su histórico poder de luchar hasta el final.
De esta manera, la Celeste sumó siete de doce posibles y se encuentra segunda por detrás de una Argentina que no para de ganar y que, el 16 de noviembre, se convertirá en su próximo rival.
Y aunque los resultados son muchas veces los que mandan, el futbolero pueblo uruguayo no se fue a dormir tranquilo por el histórico triunfo ante Brasil, sino por lo que la selección mostró en 180 minutos.
Pese a que en Colombia el equipo de Bielsa fue dominado por su rival en varios tramos del encuentro, Uruguay mostró carácter y sumó un importante punto sobre el final.
Después de estar en desventaja en dos oportunidades por los goles de James Rodríguez y de Matheus Uribe, la Celeste empató a los 91 gracias a un penalti magníficamente ejecutado por Darwin Núñez.
El delantero del Liverpool comenzó a mostrar allí lo mucho que tenía para ofrecer y este martes en el Centenario lo reafirmó en un juego en el que Marquinhos y Gabriel Magalhaes no pudieron frenarlo.
En su lista de convocados, Bielsa volvió a dejar afuera a los históricos Luis Suárez y Edinson Cavani, mientras que en esta oportunidad tampoco citó al atacante del Cádiz Maximiliano Gómez.
De acuerdo con esto, Núñez fue el único delantero centro y en los 180 minutos que disputó el número 9 permitió que el entrenador mostrara el por qué de esta decisión.
Llegó a los encuentros en un momento de la temporada en el que promediaba 0,67 goles y 0,5 asistencias por partido, según datos ofrecidos por Besoccer a la Agencia EFE.
Y tras marcar frente a Colombia, se encargó de mejorar estas cifras en el Centenario con un golazo de cabeza a los 42 de la primera parte y una maravillosa asistencia a Nicolás de la Cruz a los 77 minutos.
Ese último gol permitió que el centrocampista del River Plate argentino quedara junto a Liones Messi en la cima de la tabla de goleadores de las eliminatorias sudamericanas del Mundial de 2026 con tres anotaciones cada uno.
Al buen trabajo de estos dos futbolistas se sumó el de los incansables Maximiliano Araujo y Facundo Pellistri, así como también el de Federico Valverde.
Juntos se encargaron de mostrar una de las facetas del juego más destacadas por Bielsa: la presión alta para robar rápido el balón.
Y aunque el entrenador aseguró en una conferencia de prensa que a sus futbolistas les costó recuperar la pelota en la zona de ataque, destacó el buen trabajo defensivo de la Celeste.
En su vuelta al equipo, Ronald Araujo dejó claro que en este momento es uno de los mejores centrales del mundo y este martes se convirtió en una muralla impenetrable.
Mientras tanto, Manuel Ugarte lideró la marca en el centro de la cancha y brilló cuando el entrenador lo hizo retroceder en el campo para pararse entre los centrales y contener los embates de Neymar Junior, Rodrygo Goes y Richarlison.
Todo esto generó un combo perfecto para que Uruguay consiguiera una gran victoria y sumara cuatro puntos de seis posibles en la doble jornada de eliminatorias.
La Celeste está cómoda en la clasificación y feliz por el juego que muestra y por tener claro que tiene recambio con jugadores jóvenes que brillan en sus equipos y en una selección que le dio una gran alegría a los fanáticos.