Diego Irazábal, el consejero del Congreso de Intendentes, lideró una misión crucial a Finlandia para estudiar de cerca las prácticas innovadoras de gestión de residuos y economía circular que el país europeo ha implementado con éxito. La iniciativa, respaldada por la Unión Europea, tiene como objetivo transformar la forma en que Uruguay maneja sus desechos y fomentar una economía más circular.
Durante su estancia en Finlandia, una delegación multifacética que incluyó representantes del Congreso de Intendentes, el Ministerio de Ambiente y diversas intendencias departamentales, exploró una serie de instituciones y empresas líderes en el campo. La elección de Finlandia como destino no fue casualidad: se consideró que el país nórdico ofrecía una perspectiva estratégica valiosa y una experiencia comparable a la realidad uruguaya en términos de densidad poblacional.
La agenda, meticulosamente organizada con la colaboración del Consejero Comercial de la Embajada de Finlandia en Buenos Aires, Juha Karisola, incluyó reuniones y visitas a una amplia gama de entidades. Desde el Ministerio de Ambiente hasta empresas como MariMatic, RINKY Oy y FinBin, la delegación uruguaya se sumergió en un mundo de innovación y eficiencia en la gestión de residuos.
Irazábal compartió datos impresionantes durante su presentación posterior. Finlandia ha logrado reducir drásticamente el número de vertederos desde 1990, pasando de 2000 a poco más de 100 en 2023, todos ellos transformados en rellenos sanitarios. Además, el país ha alcanzado un asombroso 96% de recuperación de residuos, con un enfoque intensivo en el reciclaje de metal, plástico y vidrio, que constituyen la mitad de los residuos sólidos urbanos municipales.
Los resultados son evidentes: solo el 1% de los residuos municipales de Finlandia terminan en vertederos, mientras que el 99% se recupera o incinera, marcando un hito notable en la gestión sostenible de residuos.
El impacto se ha extendido a la comunidad, con 20,000 habitantes capacitados anualmente en compostaje domiciliario y tarifas de ingreso a vertederos que han fomentado prácticas más ecológicas. Además, la incineración de residuos ha generado no solo calor, sino también electricidad para 20 municipios y medio millón de personas, estableciendo un modelo ejemplar de economía circular y sostenibilidad.
Finalmente, Irazábal delineó las futuras direcciones que se están explorando. Se plantearon diversas posibilidades que serán objeto de estudio y debate en mesas redondas, con directores departamentales y el equipo técnico del proyecto en colaboración con la Unión Europea. Estos pasos marcan el comienzo de una nueva era para Uruguay en la gestión de residuos, una era marcada por la inspiración finlandesa y el compromiso con la sostenibilidad.