Los opositores argentinos pasan de estar ‘juntos’ a ‘separados’ por el «cambio» de Milei

Foto de archivo del candidato presidencial Javier Milei. EFE/ Juan Ignacio Roncoroni

Buenos Aires, 27 oct (EFE).- La principal fuerza de la oposición argentina atraviesa la peor crisis en sus ocho años de historia, desde su fundación en marzo de 2015 bajo el nombre Cambiemos hasta la actual Juntos por el Cambio, cuando las elecciones del 22 de octubre la dejaron fuera de la segunda vuelta presidencial.

El hecho de que la candidata de la coalición centroderechista, Patricia Bullrich, terminara como tercera líder más votada, mientras el oficialista Sergio Massa y el libertario Javier Milei se enfrentan el 19 de noviembre por alcanzar la Presidencia argentina, obligó a sus correligionarios a tener que elegir.

Y el «apoyo incondicional», como definió este viernes el expresidente Mauricio Macri (2015-2019) -uno de los hacedores de la primitiva coalición con la que ascendió a la jefatura de Estado-, al «cambio» propugnado por el líder de La Libertad Avanza (ultraderecha) ha terminado quebrando la relación con sus socios que, en lugar de ‘juntos’, como reza su nombre, pasan a estar ‘separados’.

 

Enemigos irreconciliables

La adhesión a la candidatura de Milei anunciada en rueda de prensa el miércoles por Bullrich abrió una fractura en el seno de la coalición. Pero aún faltaba por hablar el hombre que gestó el encuentro en que se fraguó todo: Macri.

El exmandatario rompió el silencio que mantenía desde que votó y, en una entrevista concedida este viernes a Radio Mitre, pidió «dignidad» a quienes «usan la neutralidad para apoyar a Massa» y resaltó que referentes de la Unión Cívica Radical (UCR) -otro integrante de la coalición-, como Gerardo Morales, Emiliano Yacobitti y Martín Lousteau, estuvieron «transando (negociando) todo el tiempo» al margen de la coalición y «reuniéndose con Massa».

Macri pidió «un poquito de sinceridad» a quienes le han acusado en los últimos días de querer dinamitar la coalición, por la acotada reunión mantenida en su casa con Milei y con Bullrich para sellar su adhesión al libertario, y los acusó de que «bajo la falsa imparcialidad y neutralidad», ellos apoyarán a Massa.

Sin filtro alguno, el senador Lousteau (UCR) aseveró, desde su perfil en la red social X (antes Twitter), que Macri «es el gran responsable del fracaso de Juntos por el Cambio» y de que ahora sus socios tengan que elegir «entre dos opciones pésimas para el futuro de la Argentina», en alusión a Massa y Milei.

«Por graves errores en su gobierno, Macri trajo de vuelta a Cristina (Fernández) y al kirchnerismo en 2019. Luego, por su capricho personal, porque él no podía ser candidato, destruyó la candidatura de (el alcalde de Buenos Aires, Horacio Rodríguez) Larreta y, finalmente, la de Bullrich», agregó.

Lousteau, que fuera ministro de Economía y Producción (2007-2008) con Cristina Fernández y embajador de Argentina en Estados Unidos (2015-2017) con Macri, habló de la «infinita hipocresía» con la que actúa Macri, quien «no se hace cargo de nada y responsabiliza a los demás».

No más elegante fue el presidente de la UCR, Gerardo Morales, quien dijo a La Nación que «Macri ya jugaba con Milei antes de la elección», por lo que alegó: «No se nos puede decir nada a nosotros».

La defensa de los macristas al expresidente no se hizo esperar y caldeó aún más el ambiente electoral.

 

Un panorama complejo

En medio de estos duros intercambios, unos 35 diputados de Juntos por el Cambio firmaron una carta para apoyar la decisión de Macri y Bullrich en favor de Milei, de un bloque que desde el 10 de diciembre tendrá unas 92 bancas, y se diferenciaron de los senadores que declararon su «unidad».

En las filas de la ultraderecha las cosas no van mucho mejor, ya que varios diputados electos se apartaron de la formación que defendía luchar contra la «casta» porque ahora termina aliada con el expresidente.

Mientras tanto, Milei intenta moderar su disruptivo discurso y, tras sus caravanas multitudinarias de fines de la campaña electoral en la provincia de Buenos Aires, el jueves y este viernes recorrió dos barrios de la capital saludando y posando con sus vecinos, en un caso, y conversando con trabajadores de una fábrica, en el otro.

Massa, el candidato que fue el más votado pese al 138,3 % de inflación interanual en septiembre, al 40,1 % de pobreza en el primer semestre de 2023 y a una brecha cambiaria que supera el 200 %, recibió en la víspera el abrazo de 18 de los 24 gobernadores provinciales del país.

Callado sobre la crisis opositora, el ministro de Economía sigue defendiendo su idea de «gobierno de unidad nacional» tratando de captar a los descontentos, aunque los radicales ya dijeron que estarán «en la oposición».

Una oposición que no se sabe si será ‘juntos’ o ‘separados’ por el «cambio» que representa Milei, y que Macri considera es «el único camino» que tiene hoy Argentina.

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