Salto, enfrenta una crisis severa a causa de las implacables inundaciones provocadas por la crecida del río Uruguay. Esta oleada de agua, que previamente había arrasado toda la frontera occidental de Rio Grande do Sul, expulsando a miles de residentes de sus hogares en las ciudades limítrofes con Argentina, ahora se ha desplazado hacia el sur tal como se había anticipado. Este fenómeno ha generado desastrosas consecuencias en localidades fronterizas entre Uruguay y Argentina, específicamente en la denominada Costa Occidental del territorio uruguayo.
De acuerdo con los datos proporcionados por la Intendencia de Salto, la magnitud del desastre es palpable: 170 personas se encuentran alojadas en albergues temporales, mientras que 413 más han debido buscar refugio en casas de amigos y familiares debido a la inundación. Este escenario ha creado una crisis humanitaria sin precedentes en la región.
Uno de los puntos críticos de esta emergencia se centra en el Puerto de Salto, donde el nivel del río Uruguay ha alcanzado una altura alarmante, rozando los 14 metros. Esta situación no solo ha paralizado la actividad portuaria, sino que también ha generado una creciente preocupación entre los residentes locales y las autoridades, quienes se esfuerzan incansablemente para brindar apoyo y asistencia a los afectados.
El panorama es desolador, con calles convertidas en caudalosos ríos, hogares sumergidos y comunidades enteras que luchan por mantenerse a flote literalmente. La solidaridad se ha convertido en un pilar fundamental en estos momentos difíciles, con vecinos y voluntarios uniendo fuerzas para ayudar a aquellos que se han visto desplazados por esta tragedia natural.
Las autoridades locales continúan monitoreando de cerca la evolución de la situación, mientras organizaciones de ayuda humanitaria y equipos de rescate trabajan incansablemente para brindar auxilio a quienes más lo necesitan.
(* información elaborada con datos de MetSul)
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