Montevideo, 22 nov (EFE).- El exentrenador de la selección uruguaya de fútbol, Óscar Washington Tabárez, afirmó que «es difícil ser competitivos y derrotar a países que tienen 60 millones de habitantes, porque encuentran jugadores debajo de las piedras, pero lo logramos».
Así lo expresó este miércoles durante el acto en que fue reconocido como Doctor Honoris Causa por el Instituto Universitario de la Asociación Cristiana de Jóvenes de Uruguay (ACJ) y socio honorífico de la asociación.
El ‘Maestro’ explicó que «el fútbol internacional está cambiando permanentemente y cada vez más aceleradamente», pues «ahora la realidad que se está instaurando es que en Europa están los mejores clubes, jugadores y entrenadores y hay muchas organizaciones que no tienen las condiciones necesarias para competir».
El exseleccionador dijo haberse quedado maravillado tras ver el reciente encuentro entre Uruguay y Argentina en el marco de las eliminatorias sudamericanas del Mundial de 2026: «Al final del partido todos esos muchachos se acercaron a saludar al público y eso me emocionó mucho».
Aseguró que una las relaciones afectivas en los deportes de equipo juegan un papel «fundamental» porque permiten para todos los que componen el grupo la formación del mismo, además de «la posibilidad de plantearse desafíos, la diversión, la cohesión o la confianza».
Además, manifestó su agradecimiento y se declaró «un modesto representante de la cultura popular», de la que cuando jugaba al fútbol de niño aprendió el valor del respeto, que luego trasladó a la selección uruguaya.
«Jamás discutimos con la vecina a la que le habíamos roto la ventana, cuando pasaba una mujer con niños o una anciana nos sentábamos en la vereda y esperábamos. Todas estas palabras y reflexiones van en el mismo sentido que otras que grabé hace mucho tiempo en un triángulo que decía: alma, mente y cuerpo», concluyó ‘el Maestro’.
En el acto, celebrado en Montevideo, el Decano del IUACJ, Lionel de Mello, leyó la resolución por la que se concedió la distinción de forma unánime destacándolo como «referente de la cultura deportiva; sensible a los problemas de la gente para generar un entorno deportivo que contribuya al crecimiento humano».
El profesor y amigo de Tabárez Arnaldo Gomensoro aseguró por su parte que ‘el Maestro’ «es una muy buena persona, es muy inteligente y tiene una muy buena visión estratégica».
Gomensoro afirmó que Tabárez reconcilió a los uruguayos con el fútbol y su selección y subrayó otros de sus grandes logros, como el énfasis que puso en la formación académica de los futbolistas y su impulso por que el fútbol del país sudamericano tenga puesta su mirada lejos.
Tabárez, de 74 años, asumió por primera vez al frente de la selección uruguaya entre 1988 y 1990 y retornó a la Celeste en 2006, momento desde el cual encabezó un proceso que duró 15 años y ocho meses, el ciclo más largo al frente de un combinado nacional en todo el mundo.
Campeón de América y mundialista en otras tres oportunidades, el seleccionador fue testigo del crecimiento de una enorme cantidad de futbolistas, entre los que destacan Diego Forlán, Diego Godín, Luis Suárez, Edinson Cavani y Federico Valverde.