Montevideo, 23 nov (EFE).- El gobierno de Montevideo otorgó este jueves el reconocimiento de «visitante ilustre» a la profesora y traductora estadounidense Louise Popkin, quien durante la dictadura uruguaya (1973-1985) abogó por los derechos humanos del país.
«Cómo no sentir que he vuelto a mi lugar en el mundo por fin, que es acá entre ustedes», fue la frase con la que, ovacionada de pie por el público, Popkin, de 84 años, terminó su breve discurso luego de recibir la placa de manos de la intendenta de Montevideo, Carolina Cossse.
Es que, según la docente en idioma español y literatura oriunda de Nueva York, pasó «los cuatro años de la pandemia soñando con volver» a la capital uruguaya que, ya durante su visita, reconoce como «una ciudad de brazos abiertos, de amigos entrañables, de calles, ruidos, aromas y sabores largamente añorados».
«Yo realmente he pasado una parte muy importante de mi vida luchando por cosas de acá y estoy tan compenetrada con los valores de acá, tanto me he esforzado en comprender este lugar que tengo una sensación de pertenencia que muchas veces frente a la política de mi país no siento», explicó a la prensa.
A lo que dijo que tiene «opiniones particulares» sobre la actualidad del país a cuyos exiliados ayudó desde fuera o desde los Estados Unidos (EE.UU.) como traductora y facilitadora de contactos durante la dictadura, acotó que trata de no emitirlas públicamente y que resume su conexión actual con Uruguay como un intento de «mantener» su «comprensión» de lo que pasa allí.
Por otro lado, dijo que se considera solo «una consejera más» de la Fundación Zelmar Michelini, cuyo consejo de administración integra desde que fue creada para cooperar en la lucha por los derechos humanos y en homenaje a Michelini -senador uruguayo opositor a la dictadura asesinado por las fuerzas represivas en Argentina- en 2008.
«Trato de aportar con la comprensión que tengo de una persona que miro desde afuera pero que tengo mucha conciencia de que eso es una ventaja y a veces una desventaja también», acotó.
A lo que Cosse le transmitió en la ceremonia un «enorme gracias» por ser «ejemplo de compromiso, proximidad y permanencia», Popkin también escuchó atentamente palabras de homenaje de parte de tres de los hijos de Zelmar Michelini, con quien mantuvo una amistad previa a su asesinato en Buenos Aires el 20 de mayo de 1976.
Zelmar Michelini hijo, envió desde París un mensaje en el que recordó que Popkin ayudó a su padre a escribir una carta de denuncia por las torturas a presos políticos uruguayos para un profesor canadiense y que las últimas palabras de él al ser secuestrado fueron «por favor, llamen a Luisa (Louise)».
Rafael Michelini, resaltó así que para su familia Louise fue «todo» y que estuvo «en los momentos más difíciles, de mayor desgracia» como sostén y a la vez con una capacidad de hacer a un lado la tristeza para demostrar que «disfruta de la vida».
«Luisa siempre estaba ahí, hoy lo estás y siempre lo estarás. Muchas gracias», resumió el uruguayo.
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