La Paz, 26 nov (EFE).- El ministro de Gobierno (Interior), Eduardo del Castillo, defendió este domingo la labor que efectuó la Policía boliviana en el caso del presunto narcotraficante uruguayo Sebastián Marset, buscado por la Justicia en Bolivia, Paraguay y Uruguay.
«Ha sido la Policía boliviana la que ha revelado la múltiples identidades del señor Sebastián Marset (…) la actual administración -de Gobierno- es la que ha desbaratado a su organización criminal», dijo Del Castillo en una rueda de prensa.
El ministro también destacó que, gracias a la Policía, la segunda, tercera y cuarta persona al mando de la organización de Marset «están detenidas» y que además se «ha afectado al patrimonio» del grupo.
Del Castillo hizo esta declaración cuando para el final de este domingo está prevista la difusión de una entrevista que Marset concedió a un canal de televisión en Uruguay.
«¿Quién ha financiado esa entrevista?, ¿Quiénes son los interesados?, ¿A quiénes va a lavar la cara esa entrevista?», cuestionó el ministro boliviano.
También dijo que Marset está acostumbrado a generar «una serie de amedrentamientos, mentiras y falsedades» contra quienes lo han buscado, por lo que se espera que haga lo mismo con las actuales autoridades bolivianas.
Del Castillo aseguró que Marset no va a hablar contra las anteriores administraciones en Bolivia porque «le dieron documentos de identidad falsos», como pasaportes y cédulas en cuestión de días.
En la víspera, el canal boliviano Unitel reveló unos audios en los que supuestamente Marset dice que el ministro de Gobierno está «preocupado» y tiene «miedo» de lo que él vaya a decir en la entrevista con el medio uruguayo.
«Él es el que tiene miedo, saben que la Policía lo está cercando», dijo Del Castillo este domingo.
El sábado, las autoridades paraguayas indicaron que se han activado «los dispositivos de inteligencia e investigación» para la búsqueda de Marset ante los indicios de su presencia en ese país, como el viaje de una periodista uruguaya a Paraguay.
A finales de julio pasado, las autoridades bolivianas alertaron sobre los operativos de búsqueda del uruguayo en su territorio, después de un primer intento por capturarlo, por lo que después pidieron 100.000 dólares de recompensa.
Marset está acusado de liderar una red criminal internacional de tráfico de drogas y es requerido por la Justicia de Uruguay, Brasil y Paraguay, la agencia antidrogas de EE.UU. (DEA, en inglés), la Europol e Interpol.
Además, se le relaciona con el asesinato del fiscal paraguayo Marcelo Pecci en mayo de 2022, en Colombia.
Este caso tuvo en la mira a varias instituciones de Bolivia por la facilidad con la que logró establecerse en el país con documentos de identidad falsos, fundar y jugar en un equipo de fútbol de segunda división y manejar grandes cantidades de dinero sin que esto levantara sospechas.
El Gobierno boliviano señaló que Marset vivió en Bolivia de 2018 a 2020, luego estuvo detenido en Dubái (Emiratos Árabes) y retornó al país este año.
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