En la Plaza Independencia, un imponente árbol de Navidad se alza majestuoso, iluminando la ciudad con destellos festivos. Este no es un adorno común; su creación es el resultado de una colaboración única entre la ERCNA (Escuela de Reparaciones, Construcciones Navales y Anexo), los estudiantes de la Capacitación de Soldadura de Electrodo Revestido y la visión de la Directora del Jardín Rincón de Luz.
El proceso de construcción inicia en los talleres de la ERCNA, donde los hábiles estudiantes de soldadura dan vida al metal. Cada destello de la soldadura es una pincelada en la creación de las ramas que formarán el esqueleto del árbol. La precisión y dedicación se entrelazan en cada soldadura, creando una estructura robusta y a la vez elegante.
Bajo la atenta mirada del Prof. José María Araújo, director de la obra, el árbol cobra forma. Su experiencia guía a los estudiantes, fusionando conocimientos técnicos con creatividad. El resultado es una obra que va más allá de la función decorativa, es una manifestación tangible de habilidad y colaboración.
La propuesta inicial de la Directora del Jardín Rincón de Luz desencadenó un proceso en el que cada elemento del árbol cuenta una historia. Desde la selección del metal hasta la soldadura final, cada paso es un acto de destreza y dedicación. El árbol de la Plaza Independencia no solo representa la llegada de la temporada festiva, sino también la convergencia de talento y visión.
En la noche, cuando las luces del árbol destellan en la plaza, la ciudad respira el espíritu navideño. Más que una estructura metálica, el árbol es un testimonio de la habilidad artesanal y la colaboración que definen a Carmelo en esta época del año.
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