Buenos Aires, 10 dic (EFE).- El flamante presidente de Argentina, el libertario Javier Milei, anticipó este domingo, en su primer discurso como jefe de Estado que aplicará un duro ajuste y que habrá «estanflación» por varios meses, pero prometió que este será el «último mal trago» antes de la «reconstrucción» del país suramericano.
«Lamentablemente tengo que decirlo de nuevo: no hay plata. La conclusión es que no hay alternativa al ajuste y no hay alternativa al shock», aseveró Milei al hablar ante la multitud de seguidores congregados a las puertas del palacio del Congreso argentino.
El mandatario admitió que el plan de «shock» que aplicará tendrá un impacto negativo sobre el nivel de actividad, el empleo, los salarios reales y la tasa de pobreza e indigencia.
«Habrá estanflación, es cierto, pero no es algo muy distinto a lo que ha pasado en los últimos dos años», precisó.
Milei aseguró que la «herencia» que deja el kirchnerismo es la peor que haya recibido nunca un Gobierno argentino, con déficit financiero y fiscal equivalente al 17 % del PIB, inflación que crece a una tasa anual del 300 %, actividad económica paralizada, una tasa de pobreza del 45 % y un índice de indigencia cercano al 10 %.
Ratificó que aplicará un ajuste fiscal del 5 % del PIB que, prometió, caerá «casi totalmente» sobre el Estado y no sobre el sector privado.
También confirmó que «limpiará» los pasivos del Banco Central y pondrá fin a la emisión monetaria, que a su juicio es la causa de la elevada inflación de Argentina.
Pero puntualizó que la política monetaria actúa con un rezago de entre 18 y 24 meses, por lo que anticipó que la inflación permanecerá alta, y citó pronósticos privados que prevén tasas mensuales de entre el 20 % y el 40 % de aquí a febrero próximo.
Milei pintó un delicado escenario fiscal y monetario que a su juicio coloca a Argentina al borde de una hiperinflación, que podría llegar al 15.000 % anual.
«Esta es la herencia que nos dejan: una inflación plantada de 15.000 % anual, (contra) la cual vamos a luchar con uñas y dientes para erradicarla», prometió.
«Es nuestra máxima prioridad hacer todos los esfuerzos posibles para evitar semejante catástrofe, que llevaría la pobreza por encima del 90 % y la indigencia por encima del 50 %», insistió.
Milei también advirtió de la «herencia» en materia de endeudamiento: 30.000 millones de dólares de deuda con importadores; 10.000 millones de ganancias retenidas a empresas extranjeras en concepto de giro de utilidades; 25.000 millones de deuda del Banco Central; y 35.000 millones de deuda del Tesoro.
«La bomba en términos de deuda asciende a 100.000 millones de dólares, que habrá que sumar a los cerca de 420.000 millones de deuda ya existente», advirtió.
A ellos se suman los vencimientos en 2024 de deuda soberana emitida en pesos, por el equivalente a unos 90.000 millones de dólares, más los vencimientos con organismos multilaterales por 25.000 millones.
«Con mercados financieros cerrados y el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI) caído por los brutales incumplimientos del Gobierno saliente, el ‘roll over’ de deuda es por demás desafiante», advirtió.
Pese al apocalíptico panorama descrito, Milei dijo que tras el «reacomodamiento macroeconómico», la situación de Argentina comenzará a ir «mejor».
«Habrá luz al final del camino», auguró.
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