Por Elio García
En la ciudad de Carmelo, el panorama para el próximo año se perfila bajo un prisma de decisión y transparencia. Durante el pasado mes de noviembre, el Municipio reveló sus planes para el año venidero, amparados en el Fondo de Incentivo para la Gestión de los Municipios (FIGM). Con un presupuesto global que asciende a $18.645.982, distribuidos en distintas categorías – Literales A, B, C y D – el enfoque se centra en proyectos clave que prometen transformar la cotidianidad de la ciudad.
Las miradas se posan sobre tres iniciativas primordiales: la construcción de cordón cuneta en 14 cuadras, con una inversión de $11.000.000; la revitalización de espacios públicos, inyectando $5.708.478 en plazas y zonas de esparcimiento como la playa; y un innovador plan de arbolado que representa una inversión de $140.000. Estos proyectos, debatidos en distintas instancias – desde sesiones hasta conversaciones en WhatsApp – reflejan un esfuerzo por democratizar el debate municipal y acercarlo a la ciudadanía.
Sin embargo, la agenda de Carmelo va más allá. Las discusiones abarcan desde la adquisición de contenedores de metal hasta la creación de una piscina, pasando por la transformación de un tramo urbano en un paseo peatonal. Estos temas, de relevancia inmediata, proyectan una imagen de un municipio activo y comprometido con mejorar la vida urbana.
La transparencia es otro pilar en esta gestión. La Alcaldesa Alicia Espíndola había anunciado una Rendición de Cuentas para el 20 de diciembre de 2023, con la promesa de desvelar cifras pendientes y acciones hasta octubre de este año. No obstante, un temporal de gran magnitud que azotó la ciudad pospuso estos planes, dejando una sombra de incertidumbre sobre la comunicación oficial y un debe en la política de datos que una gestión moderna debe tener.
El año 2024 se vislumbra como un período de definiciones y retos para Carmelo.
No solo se perfilarán los candidatos para el próximo ciclo gubernamental, sino que se anticipa un intenso debate sobre la gestión municipal en su conjunto. La ciudad, golpeada por desafíos en obras públicas, inundaciones, y cuestiones de movilidad y economía, espera respuestas y propuestas concretas.
Carmelo se encuentra en un momento crucial, donde la claridad de gestión y la participación ciudadana serán fundamentales para navegar las complejidades del futuro.