Los Tovar, dos hermanos de treinta y pocos años, nacidos en Londres pero criados bajo la influencia uruguaya de su padre y con el legado de un pasaporte suizo, viven en una finca en Martín Chico, una herencia de su abuelo diseñada originalmente como su refugio de jubilación. Se autodenominan «ciudadanos del mundo», una etiqueta que refleja su herencia diversa y sus experiencias de vida.
Herederos de la tercera generación de la finca familiar, los Tovar han asumido su gestión con un profundo sentido de responsabilidad y compromiso. Recientemente, su atención se ha centrado en un controvertido proyecto: el desarrollo de un Puerto Multipropósito en Martín Chico. Este proyecto ha encendido alarmas no solo por sus posibles impactos ecológicos y sanitarios, sino también por su influencia en el paisaje productivo de la región.
Un proyecto preocupante
Conscientes del peso de este emprendimiento, los hermanos Tovar se han encontrado con un obstáculo preocupante: un muro de silencio e indiferencia que rodea al proyecto. Esta falta de transparencia los ha impulsado a buscar respuestas, no solo para ellos mismos sino también para alertar a la comunidad local sobre las posibles consecuencias de un proyecto de tal magnitud.
En vísperas de su regreso a Europa, los Tovar han buscado activamente medios para expresar sus preocupaciones y advertencias. Isabel, una de los hermanos, manifiesta: «Desconocemos si se ha evaluado adecuadamente el impacto ambiental y social de este proyecto. La zona es ecológicamente rica y la idea de convertirla en un puerto multipropósito podría ser desastrosa.»
En su esfuerzo por promover una mayor transparencia gubernamental, los Tovar están recolectando firmas. Miguel, el otro hermano, añade: «Es fundamental que el gobierno escuche a los habitantes de la zona y tome en serio sus opiniones.»
Los Tovar también han expresado su escepticismo respecto a las promesas de empleo que suelen acompañar a estos grandes proyectos. Citando el caso de Montes del Plata, Isabel señala que, a pesar de las promesas de empleo, la calidad de vida en las comunidades locales no ha mejorado significativamente.
Isabel Tosar también comparte su experiencia en la única audiencia pública realizada en Montevideo, donde se discutieron solo aspectos hídricos del proyecto, dejando de lado cuestiones territoriales más amplias. El proyecto, presentado por la empresa Mangle SA, abordó la utilización de recursos acuáticos pero no respondió a preguntas sobre el impacto general en la zona.
Los vecinos, junto a los Tovar, cuestionan la necesidad de un nuevo puerto privado, especialmente cuando el Puerto de Nueva Palmira cercano no está siendo utilizado a su máxima capacidad. «¿Por qué no mejorar el puerto existente antes de embarcarnos en otro proyecto?», pregunta Miguel.
Para aumentar la conciencia y el apoyo a su causa, los Tovar han lanzado un sitio web, www.martinchico.org, donde buscan acercar a los vecinos y compartir información sobre el área y el proyecto en cuestión. Con su iniciativa, los hermanos Tovar se convierten en voces cruciales en un debate que podría definir el futuro ecológico y social de Martín Chico.
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