El Gobierno argentino cree que, pese a los datos «espantosos», se ha evitado la hiperinflación

Personas hacen compras en un almacén de Buenos Aires (Argentina), en una fotografía de archivo. EFE/ Enrique García Medina

Buenos Aires, 12 ene (EFE).- El Gobierno de Argentina reconoció este viernes que el dato de inflación en el país suramericano del último mes de 2023, cuando la subida de precios llegó al 25,5 % mensual y al 211,4 % interanual, es «espantoso», pero cree que se ha evitado la hiperinflación.

«Es realmente un dato horrible. Por supuesto que la inflación va a seguir elevada», dijo en su rueda de prensa diaria el portavoz presidencial, Manuel Adorni.

El Ejecutivo que lidera el libertario Javier Milei, que asumió la Presidencia de Argentina el pasado 10 de diciembre, recordó que la inflación registrada el año pasado en el país fue «la más alta del mundo».

Sin embargo, Adorni consideró que el dato difundido este jueves por el Instituto Nacional de Estadística y Censos de la República Argentina (Indec) es «una buena noticia», que demuestra que el Gobierno «está en el camino correcto».

La base de esta afirmación reside en un teoría en el que han insistido Milei y los miembros de su gabinete: la inflación indexada en diciembre fue menor de lo que se esperaba -más del 40 %- y su responsable es, principalmente, el Gobierno del peronista Alberto Fernández (2019-2023).

«La dinámica inflacionaria del mes de diciembre en la primera semana giraba en torno al 1 % diario (…) Esto nos derivaba, indefectiblemente, en una hiperinflación, la cual con el dato de ayer consideramos que, hasta aquí, se ha logrado evitar», matizó Adorni.

De hecho, el jueves en las redes sociales, la órbita libertaria difundió el lema «Milei paró la híper» para hacer referencia al supuesto «éxito» del Gobierno en materia inflacionaria.

Con el dato publicado este jueves, Argentina se convirtió en el país de su región con el dato de inflación más elevado en 2023, superando a Venezuela, y, según diferentes fuentes, en el país con la cifra más alta del mundo, por encima de Líbano.

Los precios de algunos productos de la canasta alimentaria básica fueron un 50 % más caros que en el mes anterior, y los costes de los combustibles o los medicamentos se multiplicaron.

La cifra difundida el jueves fue la más alta desde el período de la hiperinflación que se desató entre 1989 y 1990 en Argentina, en el final de la Presidencia del radical Raúl Alfonsín (1983-1989), primer mandatario democrático tras la última dictadura militar (1976-1983), y el comienzo de la del peronista Carlos Menem (1989-1999).

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