Un carnaval sin murgas

Martín Cabrera, Martín Baldi, Gonzalo Parodi y Maximiliano García nos dan sus razones de la falta de bombo, platillo y redoblante

Foto tomada de la página "Aplaudir de Pie".

En la urdimbre cultural de Uruguay, la murga, esa amalgama satírica y festiva de música, teatro y danza, emerge como un emblema, un reflejo de la identidad del país. Pero, en las entrañas del departamento de Colonia, el pulso de esta tradición palpita débilmente, amenazado por un declive que resuena con ecos de preocupación.

Esta crónica no es solo un relato sobre el ocaso de una tradición; es también una exploración de las causas multifacéticas detrás de este fenómeno. Desde cambios socioeconómicos que restan tiempo y recursos, pasando por el envejecimiento de sus protagonistas hasta el desinterés de las nuevas generaciones, la murga enfrenta un torbellino de desafíos. Además, la era digital y la globalización, con su seductora homogeneización cultural, se alzan como formidables adversarios, desplazando lo tradicional por lo nuevo y reluciente.

Profundizando en este tema, el Prof. Martín Baldi reflexiona sobre la pérdida de letristas y el atractivo de Montevideo como centro de negocio cultural, eclipsando a las murgas locales. El historiador Gonzalo Parodi resalta un aspecto económico crítico, mientras que el comunicador y exmurguista Martín Cabrera aborda la problemática desde una perspectiva íntima y social: el cierre de fábricas, antaño cunas de murguistas, y la falta de espacios para los jóvenes talentos.

En los labios de un Pierrot

Las palabras de Cabrera son un eco de nostalgia y autocrítica: una generación que no supo ceder su lugar. Mientras tanto, en Montevideo, una nueva ola de murgas juveniles irrumpe con innovación y frescura. En Colonia, sin embargo, las murgas tradicionales se desvanecen. La Nunca Más, La Obligada… nombres que ahora resuenan como ecos de un pasado más vibrante.

A pesar de este panorama sombrío, Cabrera destaca propuestas vigentes como «Arrabal Sabalero» o «Cenicienta», que, aunque divergen del molde clásico, mantienen viva la esencia de la murga. La Troupe Murga Canción, por ejemplo, es una amalgama de géneros que desafía las convenciones.

El escritor y poeta local Maximiliano García observa que la murga ha evolucionado hacia un profesionalismo más riguroso, donde la calidad de textos y actuaciones es comparada con los estándares del carnaval montevideano. García apunta a un costo económico y de esfuerzo que parece ser el núcleo del problema: la inaccesibilidad de la murga tradicional en el actual tejido social y cultural.

Murga es pueblo, ingenio y risas

En esta travesía a través de las calles de Colonia, nos enfrentamos a preguntas cruciales: ¿Podrá la murga reinventarse para capturar el interés de las nuevas generaciones sin traicionar su esencia? ¿Qué papel deben asumir las instituciones gubernamentales y las comunidades en este rescate cultural? Estas inquietudes son un llamado a la reflexión y acción para preservar y revitalizar un patrimonio cultural que alguna vez fue el corazón palpitante de Colonia. La murga, en su lucha por sobrevivir, nos invita a contemplar no solo su futuro, sino el de toda una cultura que se aferra a sus raíces mientras se enfrenta al implacable avance del tiempo y la modernidad.

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