Tendencias fluctuantes en infecciones respiratorias: baja incidencia de influenza y VSR frente a actividad significativa de SARS-CoV-2 en la región

En una reciente actualización sobre la situación de las infecciones respiratorias a nivel regional y nacional, se destaca una presencia variada de virus y una tendencia fluctuante en cuanto a su propagación.

A nivel regional, se ha observado una constante baja circulación de la influenza durante las últimas cuatro semanas epidemiológicas. Los virus de influenza más predominantes han sido A(H3N2) y B/Victoria, seguidos de cerca por A(H1N1)pdm09. Paralelamente, los niveles de actividad del Virus Respiratorio Sincitial (VSR) se han mantenido bajos, mientras que la incidencia de SARS-CoV-2 ha mostrado una actividad intermedia a alta.

En cuanto a las Infecciones Respiratorias Agudas Graves (IRAG) y Enfermedades Tipo Influenza (ETI), ambas han registrado una baja incidencia en el mismo período, siendo la mayoría de los casos positivos atribuidos a SARS-CoV-2.

A nivel nacional, se destaca una situación similar a la observada en otros países de la región. Según los datos recabados por el Área de Vigilancia en Salud-DEVISA, en la tercera semana epidemiológica del año en curso, la tasa de IRAG en población mayor de 15 años fue de 0,81 por cada 100.000 habitantes, un dato que aún es preliminar.

Es importante considerar que, durante la pandemia de COVID-19, se registró una circulación mínima de influenza y otros virus respiratorios, lo que ha resultado en una exposición limitada de la población a estos patógenos hasta la fecha.

Un análisis detallado, ilustrado en el gráfico Nº 1, revela que la incidencia acumulada de infecciones respiratorias agudas graves en personas mayores de 15 años en centros centinela de Uruguay entre 2020 y 2024 muestra un incremento estacional anticipado y más acentuado en el año 2023, en comparación con los años anteriores.

En resumen, la región ha experimentado una tendencia decreciente en la actividad de influenza y VSR, mientras que la incidencia de SARS-CoV-2 sigue siendo significativa. La vigilancia continua y el análisis de estas tendencias son cruciales para anticipar y mitigar posibles brotes futuros.

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