Deterioro ambiental de la costa en Carmelo y Nueva Palmira pone en alerta a las autoridades

Intendencia planea realizar refulado para recuperar arena en la costa

Un exhaustivo informe elaborado por Mariángel Solomita y Faustina Bartaburu y publicado por El País,  revela el alarmante deterioro de las costas uruguayas, con un enfoque especial en la situación crítica que enfrenta el departamento de Colonia.

Este análisis detallado, que incluye una entrevista con el Dr. Martín Avelino, Director de Planificación Territorial y Medio Ambiente de la Intendencia de Colonia, pone de manifiesto la grave degradación de los 190 kilómetros de costa en la región.

El Dr. Avelino destacó las medidas de mitigación implementadas, como la plantación de junco y la instalación de redes y mallas protectoras para preservar las playas.

Estos esfuerzos han tenido resultados positivos en balnearios como Santa Ana y Santa Regina. Sin embargo, la preocupación aumenta en áreas como Nueva Palmira y Carmelo, donde se planea realizar un refulado —un proceso de dragado para extraer arena del río y depositarla en las playas—, proyecto que actualmente se encuentra en pausa por su elevado costo, estimado en un millón y medio de dólares.

La gestión actual prioriza el acceso y conservación de las playas, así como la recuperación del sistema dunar. No obstante, se enfrenta al desafío de adaptar los fraccionamientos costeros, debido a la invasión del agua en la franja de 150 metros reglamentada por la normativa de ordenamiento territorial, lo cual ha generado disputas legales con propietarios que exigen compensaciones por expropiaciones.

+ Problemas

El informe publicado por El País también señala la preocupación de la Red Unión de la Costa frente al megaproyecto inmobiliario +Colonia y reporta un aumento en la frecuencia de floraciones de algas en diversas playas de la zona.

La necesidad de modificar la normativa vigente se hace cada vez más evidente, aunque los intentos anteriores, como en la última Ley de Presupuesto, no han tenido éxito. Mientras tanto, la Intendencia negocia individualmente cada caso, particularmente en fraccionamientos rurales que, según Avelino, presentan la mayor problemática al no requerir aprobación de la intendencia, sino del Ministerio de Ganadería directamente.»

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