En el contexto de una intensa ola de calor que azota a Argentina, el sistema eléctrico de ese país ha registrado un pico sin precedentes en la demanda de energía, alcanzando los 29.601 megavatios (MW) a las 14.40 horas del día anterior, según informó MetSul.
Esta situación ha derivado en interrupciones del suministro eléctrico en numerosas áreas, incluyendo la provincia de Buenos Aires y su capital, afectando a miles de usuarios. Las compañías Edesur y Edenor reportaron que, debido al incremento de la carga, aproximadamente 42.000 y 17.000 clientes, respectivamente, experimentaron cortes de energía durante la tarde del jueves, en momentos en que las temperaturas se aproximaban a los 38°C en la ciudad de Buenos Aires y 39°C en la región metropolitana.
Este nuevo máximo en la demanda superó ampliamente el récord anterior de un día laborable, registrado el 13 de marzo del año pasado, cuando la carga instantánea del sistema alcanzó los 29.105 MW. A pesar de este panorama, las distribuidoras aseguraron que no se sobrepasaron los máximos históricos de consumo propios, manteniendo las marcas de 4.556 MW para Edesur y 5.941 MW para Edenor.
Ante esta situación crítica, el Ministerio de Energía ha tomado la decisión de incrementar la importación diaria promedio de electricidad de países vecinos y activar las reservas técnicas mínimas para evitar una saturación mayor del sistema. Se ha instado a los consumidores a utilizar de manera responsable los electrodomésticos tanto en hogares como en lugares de trabajo, con el objetivo de optimizar el rendimiento del sistema eléctrico.
La composición de la demanda energética se dividió en un 55% proveniente de fuentes térmicas, un 4% de nucleares, un 10% de renovables, un 23% de hidroeléctrica superior a 50MW y el 8% restante correspondió a importaciones. Con el fin de reforzar el abastecimiento del Sistema Interconectado Nacional (SADI) y ante la prolongación de la ola de calor, se han establecido medidas específicas. Entre estas, se contempla una importación promedio de 1.529 MW desde Brasil, 177 MW desde Uruguay, 100 MW desde Bolivia y 80 MW desde Chile.
El Ministerio de Energía, bajo la dirección de Eduardo Rodríguez, ha expresado que estas acciones pretenden aliviar un sistema que se encuentra en un estado de saturación crítica, subrayando la vulnerabilidad del mismo debido a años de insuficiente inversión y tarifas congeladas. Estas condiciones han llevado al sistema eléctrico a operar con reservas técnicas mínimas, poniéndolo al límite de su capacidad y evidenciando el riesgo de un colapso.
Vía: MetSul