Por Lucía Serrano Redondo
Villa Serrana (Uruguay), 1 mar (EFE).- Un símbolo de paz gigante, ubicado en una zona turística rural de la localidad uruguaya de Villa Serrana, homenajeará al Papa Francisco y a las tres religiones abrahámicas.
Con este símbolo que sirve para «aprender y respetar» las religiones de otro, el matrimonio uruguayo conformado por Omar Caballero y Noelia Franco busca agradecer al Papa Francisco por haberles casado en el Vaticano.
Así lo asegura Franco a la Agencia EFE, quien este viernes presentó junto a su esposo y a sus hijas los avances de la construcción colectiva del «jardín mandala más grande del mundo» que pretende homenajear a tres religiones a las que considera «hermanas».
Dentro de una circunferencia de piedra de más de 20.000 metros cuadrados que estará dividida en cuatro partes iguales por una cruz gigante, quienes visiten el lugar encontrarán un jardín colectivo que recordará al cristianismo, al judaísmo y al islam.
Un llamado a la paz
El proyecto de ‘El Secreto en las Sierras’ se materializó en septiembre de 2022, tras un viaje llevado a cabo por la pareja a Jerusalén, un lugar donde sintieron que las tres religiones convivían en paz, en consonancia con el mensaje de respeto transmitido por el Papa.
«Este símbolo puede ayudar a dar una señal de que mucha gente en el mundo no está de acuerdo con la guerra, que muchas veces no deja ver que hay personas de todas las religiones haciendo cosas importantes y que quieren paz», asegura Franco.
Asimismo, cuenta que para idear el monumento, ella y su esposo conversaron con representantes de las comunidades judía e islámica en Uruguay, quienes les ayudaron a diseñar los espacios dedicados a estas religiones.
Un jardín colectivo
La familia mostró el 1 de febrero la primera fase del proyecto, que concluyó con el cierre de la circunferencia de piedra que tiene 162 metros de diámetro.
En la segunda, que esperan que esté finalizada el próximo 9 de octubre, irán plantando en los cuatro sectores la vegetación correspondiente a cada una de las religiones: vid para el judaísmo, palmeras con dátiles para el islam y olivos para el cristianismo.
Más allá de esto, Franco subraya el carácter colectivo que tendrá el lugar: «La idea es que todo el que quiera colaborar y se sienta identificado plante con su familia o su comunidad vides, dátiles u olivos y que tenga información de las demás religiones».
A su vez, en cada área habrá un símbolo que identifique a cada uno de los credos: una estrella de David construida en piedra caliza, una media luna acompañada de una galería histórica y dos peces que representarán a los cristianos primitivos.
Desafíos actuales y futuros
Ubicado en el departamento de Lavalleja, el monumento se encuentra en una región escarpada, donde el cuarzo y los numerosos cerros del terreno hicieron que mover la piedra para poder llevar a cabo la construcción fuese un «desafío», según Franco.
De cara a la segunda fase del proyecto, la familia se encuentra estudiando cómo van a interactuar las plantas nuevas con la fauna y la flora de la región, cómo hacer fértil el suelo mediante productos naturales y cómo construir las nuevas estructuras.
Finalmente, la última etapa consistirá en plantar rosas de distintas variedades y partes del mundo a modo de mosaico.
Eso llevará el proyecto a un resultado final que la propia Franco ya le mostró al Papa Francisco en mayo del año pasado, durante una visita que hizo al Vaticano.
Este viernes, durante la presentación de los avances de la construcción, el ministro de Turismo de Uruguay, Tabaré Viera, tildó al emprendimiento como «fantástico».
Destacó el mensaje de paz que ‘El Secreto en las Sierras’ da a un mundo «tan convulsionado» y añadió que la construcción del mandala con los símbolos de las tres religiones «es un atractivo» que dará lugar a muchos eventos y que va a traer a muchos turistas.
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