La Paz, 8 mar (EFE).- El Gobierno boliviano expresó este viernes su rechazo a unas declaraciones del presidente de Uruguay, Luis Lacalle Pou, en las que insinuó la presencia de «peces gordos» de la droga en Bolivia y convocó al embajador uruguayo para pedir aclaraciones.
Bolivia «manifiesta su rechazo categórico» a las declaraciones del presidente Lacalle Pou, en las que hace una alusión a este país y al narcotráfico, afirmó la Cancillería boliviana en un comunicado.
En una entrevista a un programa del Canal 4 de Uruguay, Lacalle Pou aseguró no tener «la menor duda» de que los «dueños reales de la droga» no son uruguayos y que «los peces gordos estarán en Colombia, Paraguay, Bolivia, en Europa».
La Cancillería llamó al embajador de Uruguay en Bolivia, Fernando Marr Merello, para «solicitar la aclaración del Gobierno uruguayo».
A mediados del año pasado, las autoridades bolivianas informaron del despliegue de varios operativos para capturar al uruguayo Sebastián Marset, un «narcotraficante de alto valor», que manejaba un equipo de fútbol en la segunda división de Bolivia y que es buscado también por Uruguay, Brasil, Paraguay, la agencia antidrogas de Estados Unidos (DEA, en inglés), la Europol e Interpol.
En adelante, las autoridades de Bolivia han sostenido varios encuentros con sus pares de Uruguay, Brasil y Paraguay para coordinar acciones en contra de Marset, quien está acusado de liderar una red criminal internacional de tráfico de drogas.
Por medio de un audio que filtró el propio Marset se conoció que huyó del país, según dijo, gracias a la ayuda de policías bolivianos que le alertaron de la orden de captura.
Marset, desde la clandestinidad, ha revelado varios mensajes por medio de videos o entrevistas en los que amenaza o «se ríe» de las autoridades de esos países y también ha vinculado a distintos funcionarios de Bolivia o Paraguay con su organización criminal.
El presidente de Bolivia, Luis Arce, mencionó hace unos meses que su Administración mantiene conversaciones con las autoridades de Brasil, Colombia, Paraguay y Uruguay para conseguir «la aceptación de una lucha regional» para el combate al tráfico de estupefacientes. EFE