La Asociación de Trabajadores de Calcar (ALTRAC) ha manifestado su preocupación ante los retrasos en los pagos de salarios, los cuales han sido efectuados en tercios del 33% cada uno, reflejando la delicada situación económica de la empresa. La fragilidad financiera, agravada por circunstancias coyunturales, ha llevado a esta medida extraordinaria en la remuneración del personal.
Luis Guigou, presidente de ALTRAC, anunció que se convocará a una conferencia de prensa para exponer la problemática que aflige a los empleados. La incertidumbre generada ha resonado profundamente entre el colectivo laboral.
Actualmente, Calcar limita su producción a leche, yogures en diversas presentaciones, leche chocolatada y productos de larga vida. Ante la reducción de su línea productiva, la empresa ha optado por un régimen de «a facón», recurriendo a la adquisición de ciertos productos de otras compañías lácteas del departamento de Colonia, como Maia, Granja Pocha y Claldy.
Los empleados atribuyen la división de los pagos salariales a múltiples factores, incluida la reestructuración aprobada por el Fondo de Reconversión de Industrias Lácteas y una disminución en la recepción de leche en febrero, afectada tanto por condiciones climáticas adversas como por el cierre progresivo de granjas lecheras. No obstante, subrayan que no consideran justo que, ante dificultades económicas, la reducción de los sueldos sea la primera medida adoptada por la dirección.
La situación laboral en Calcar es motivo de alarma. En la ciudad de Carmelo, 40 trabajadores se desplazan diariamente a la planta de Tarariras, mientras que solo unos 12 se dedican exclusivamente a la maduración de quesos en la instalación de Carmelo, actividad que ya no es llevada a cabo directamente por Calcar.
Comentarios