La agencia Moody’s Rating elevó la calificación de riesgo crediticio de Uruguay de Baa2 a Baa1, con perspectiva estable. Este ajuste se basa en la evaluación de la entidad sobre la institucionalidad del país y su gestión de las finanzas públicas. Según el informe, Uruguay ha demostrado capacidad para implementar reformas estructurales y mantener una política fiscal coherente, incluso frente a desafíos económicos. El incremento, el primero desde 2014, también reconoce el manejo responsable de las finanzas públicas y la reducción de la inflación.
El reporte de Moody’s destaca la aprobación de la reforma de la seguridad social como un indicativo de la habilidad del país para alcanzar acuerdos en reformas políticas importantes con implicaciones económicas y sociales a largo plazo. Esta mejora en la calificación sugiere que Uruguay se posiciona cerca del nivel A-, el más alto en su historia, de acuerdo con la mayoría de las agencias de calificación.
El Ministerio de Economía y Finanzas (MEF) comunicó que este logro refleja el cumplimiento del Gobierno con los pilares de la regla fiscal durante cuatro años consecutivos, lo cual fortalece la institucionalidad y credibilidad fiscal del país. La ministra de Economía y Finanzas, Azucena Arbeleche, mencionó en una conferencia que la mejora en la calificación impacta positivamente en la atracción de inversiones y la generación de empleo, citando la creación de aproximadamente 76,100 puestos de trabajo desde 2019. Asimismo, destacó que una mejor calificación crediticia resulta en menores costos de financiamiento para Uruguay, reflejado en un riesgo país de 78 puntos básicos según el índice de JPMorgan, un hito en la historia de financiación del país.