El edificio se encuentra en calle Ignacio Barrios y Sarandí, es una de las pocas construcciones históricas que iban quedando en Carmelo y lo están demoliendo para construir un estacionamiento de autos.
La construcción data de 1830, el predio fue adquirido por Tomasa Pastrana de Díaz en el año 1829, en lo que era la calle principal de Carmelo. En efecto, en aquella época nuestra ciudad estaba pensada de oeste a este, siendo su calle principal Ignacio Barrios. No es casualidad que la Iglesia del Carmen se encuentre en esa calle.
Rompan todo
Se trata de una estructura antigua, uno de los pocos edificios fundacionales del Carmelo. Con su demolición se va perdiendo el lenguaje arquitectónico de una época y resulta paradójico que los dueños de ese lugar lo hacen en pleno Bicentenario de Carmelo.
Ya se destruyó parte del mismo, se arrancó toda la cornisa, perdiéndose definitivamente no solo una de las primeras construcciones, sino el rastro histórico de lo que fue Carmelo a través de la arquitectura.
Hace un tiempo se venía seleccionando diversos edificios para que fueran declarados históricos y de esa forma no lograr que se intervenga, como en la actualidad se está haciendo esa esquina. El mismo, según primeras informaciones, lamentablemente no estaría en esa lista.
Indignación con profesionales que asesoran en su demolición
«Esta historia tal vez sea la más triste del patrimonio cultural de la ciudad justo en el marco del Bicentenario de Carmelo. Me resulta indignante la indiferencia de las autoridades municipales, ese desapego a lo nuestro, ese atropello a la historia de nuestra ciudad, a no cuidar la arquitectura, a venir con una topadora, romper todo para poner un estacionamiento de autos. Es increíble que haya profesionales locales que se presten a destruir esto asesorando cómo tirarlo abajo. Da mucho dolor convivir con gente que tiene esa mentalidad, la de hacer solo dinero y no tener sensibilidad alguna ni vergüenza ajena. Después uno los escucha dando cátedra de patrimonio e integrando comisiones como asesores, trabajando para la intendencia, siempre haciendo negocios para sus bolsillos, con cero sensibilidad…», señaló una persona que prefirió no ser identificada por vínculos de buena vecindad.
«Hacen falta arquitectos de la talla de Miguel Ángel Odriozola Cuando realizó, aquí en Carmelo, una construcción en la esquina de 19 de Abril y 18 de Julio, dejó como testimonio esa esquina, que hoy es un local comercial de una financiera. Lo hizo a propósito, para que no se perdiera ese lenguaje arquitectónico. Ahora cualquiera hace lo que quiere. En todo el mundo cuidan el patrimonio arquitectónico, fíjense el Barrio Histórico de Colonia, el valor incalculabe que tiene eso. Pero acá nadie valora nada. Acá todo vale, a nadie le interesa si destruyen estas primeras construcciones,» explicó el vecino.