En un movimiento que marca el fin de una era y el comienzo de otra, la dirección de Calcar ha tomado la decisión de centralizar definitivamente sus operaciones en Tarariras, dejando atrás su histórica presencia en Carmelo. Esta resolución, comunicada oficialmente al sindicato en el transcurso del día, se inscribe en un plan de reorganización estratégica de la empresa.
Como parte de este proceso de transición, el Banco República ha autorizado la venta de ciertos activos de la empresa, incluyendo maquinaria que, hasta el momento, ya ha encontrado nuevo dueño. Se está procediendo a la organización de lotes de otros equipos, que serán ofrecidos al mejor postor próximamente. Los fondos obtenidos de estas ventas se destinarán a apoyar las operaciones cotidianas de la compañía, asegurando su fluidez financiera en este periodo de cambio.
La construcción de una nueva sala de maduración en Tarariras avanza a buen ritmo, prometiendo instalaciones modernas y eficientes para cuando se reanude la producción de queso. Dicha reanudación está prevista para el mes de julio, momento desde el cual todos los procesos de producción se llevarán a cabo exclusivamente en la planta de Tarariras, señalaron fuentes de Altrac.