“Es inexorable diseñar nuevas estrategias de formalización porque, en caso de no hacerlo a corto plazo, comenzarán a comprometerse las economías”, advirtió el subsecretario de Trabajo de Uruguay, Nelson Loustaunau, en la cumbre en la materia que transcurre en Ginebra. En esa línea, bregó por la regulación laboral por Internet en un mundo con un déficit de 240 millones de empleos decentes, que en 10 años llegará a 300 millones.
“Nos encontramos ante una nueva revolución productiva y cultural: la digital”, indicó Loustaunau en su exposición en nombre del Gobierno de Uruguay en la 105 Conferencia Internacional del Trabajo, que finalizará este viernes 10 en el Palacio de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) en Ginebra.
Loustaunau argumentó que “el ciberespacio, donde actualmente se desempeñan un importante número de trabajadores y empleadores debe integrarse al mundo tangible”. Acotó que más allá de las fronteras, “sus productos y trabajadores deben convertirse en objeto de regulación”.
“Esta regulación no sólo beneficiará a los trabajadores, sino muy especialmente a las empresas, quienes tendrán condiciones claras de competencia, evitando acciones incorrectas o elusivas frente a sus pares”, sentenció en su presentación realizada el martes 7 ante delegados de todo el mundo.
Además precisó que las agencias internacionales han establecido que en la actualidad existe un déficit de más de 240 millones de empleos decentes y la propia Organización Internacional del Trabajo (OIT) señala que en los próximos 10 años desaparecerán aproximadamente 50 millones de empleos más. Por lo tanto se espera «un saldo negativo de unos 300 millones en ese lapso».
Loustaunau sostuvo que «estos datos resultan alarmantes y, por lo tanto, es inexorable diseñar nuevas estrategias de formalización, que permitan incluir a estos sectores económicos, y de esta manera evitar mayores fugas».
«En caso de no hacerlo a corto plazo, comenzarán a comprometerse las economías de los propios gobiernos, con riesgo para el aumento de la pobreza y en especial para el futuro de la seguridad social», alertó.
Explicó que el surgimiento de la economía colaborativa se presenta “como un gran portal de escape a la formalización”. Manifestó que debe abandonarse “la imagen de Internet como una nube abstracta, sobre la cual no puede ejercerse ningún tipo de control”.
“En un mundo donde cada día existen menos límites territoriales, la única forma visible de lograr regulaciones generales es a través de organizaciones como OIT u otras agencias especializadas del sistema de la ONU”, apuntó Loustaunau.
Recalcó que «no alcanza con el esfuerzo regulador de uno o varios estados en concreto sino que es necesario establecer reglas generales de carácter universal».
Vía Presidencia de la República