El horizonte marítimo uruguayo vuelve a cobrar vida con la llegada de grandes embarcaciones que marcan el inicio de la temporada de cruceros 2024-2025. Desde noviembre hasta abril, se espera que más de 190 cruceros recalen en los puertos de Montevideo y Punta del Este, confirmando a Uruguay como un destino atractivo y consolidado en la industria de los cruceros. Con 140 arribos previstos en la capital y 50 en el principal balneario del país, esta será la tercera temporada en cuanto a cantidad de escalas.
La ceremonia inaugural se celebró este martes 11 en el puerto de Montevideo, con la presencia de figuras clave del sector turístico y portuario. El subsecretario de Turismo, Remo Monzeglio, y el presidente de la Administración Nacional de Puertos (ANP), Juan Curbelo, encabezaron el evento, destacando la proyección de ingresos y el impacto económico que se estima generará esta actividad.
«Cada escala en Montevideo representa unos 40.000 dólares para el país», señaló Curbelo, quien además enfatizó el compromiso de la ANP y el Ministerio de Turismo en trabajar conjuntamente para fortalecer la industria de cruceros en Uruguay. Con una infraestructura preparada y equipos alineados, el puerto de Montevideo se alista para recibir con hospitalidad y eficiencia a miles de turistas de diversas nacionalidades.
La temporada se perfila como una de las más auspiciosas en términos de ingresos, con un impacto económico total que podría alcanzar entre 16 y 20 millones de dólares. «Es una excelente noticia para la economía nacional», expresó Monzeglio, resaltando que la actividad beneficia no solo a las empresas involucradas directamente en el sector portuario, sino también a una vasta red de negocios locales, desde comercios hasta servicios de transporte y gastronomía.
Uno de los primeros en anclar en el puerto montevideano fue el crucero de la compañía AIDA, que llegó este martes con cerca de 2.000 pasajeros y 600 tripulantes a bordo. Esta primera escala fue un recordatorio del potencial que trae consigo cada barco, llenando la ciudad de colores y de voces extranjeras ansiosas por descubrir Uruguay.
Monzeglio, en su discurso, extendió una invitación especial a los uruguayos para convertirse en anfitriones y embajadores del país. “Los cruceristas quieren conocer la idiosincrasia de Uruguay, y nadie mejor que los propios uruguayos para mostrársela”, comentó, alentando a la ciudadanía a interactuar con los visitantes y a compartirles historias y experiencias locales, como parte de un turismo más cercano y personalizado.
Con expectativas altas y un calendario colmado de arribos, la temporada de cruceros promete ser una oportunidad no solo para las empresas turísticas, sino para cada uruguayo dispuesto a participar en la experiencia y compartir un trozo de su país con quienes llegan de lejos.
Comentarios